Osvaldo Hernández
LA PATRIA I Manizales
El ciclista boliviano Óscar Soliz Vilca tiene 35 años de edad. A su edad reconoce que ya es muy complejo correr en Europa. Sin embargo, el día que se retire se irá feliz porque cumplió un sueño que tenía desde que se montó por primera vez en una bicicleta: correr en Colombia al lado de los mejores escaladores del mundo.
"Veía las carreras, lo imaginaba y lo cumplí. Eso me ha hecho un ciclista feliz", dice Oscar.
Soliz es de Villazón ciudad y municipio al sur de Bolivia. Allí creció en un núcleo familiar de bajos recursos, guiados por doña Florencia, su madre, que trabajaba todos los días en la Plaza de Mercado para poder sobrevivir.
"Esas son cosas que lo marcan a uno y que no se olvidan jamás. Papá (don Anacleto) y mamá se separaron. Mi madre trabajaba para darnos la comida", dice Soliz, campeón del Clásico RCN del 2014.
Fue precisamente su mamá la que le regaló la primera bicicleta, cuando era niño. Y la primera carrera que ganó en su pueblo, lo hizo en una bicicleta turismera (sin cambios) de su padre. Por eso su mamá le regaló la primera para correr.
En su país lo ha ganado todo, desde el Campeonato Nacional hasta la Vuelta a Bolivia, por eso llegó al ciclismo colombiano. Su primer equipo fue Ebsa, después volvió a su país con Pío Rico, regresó a Ebsa y finalmente fichó con Movistar América, donde estuvo seis temporadas.
"El ciclismo en Colombia es una locura, algo hermoso, algo que no se ve en otras partes. Por eso digo con orgullo y sin haber corrido en Europa que fui feliz corriendo al lado de los mejores escaladores del mundo".
En Movistar coincidió con el ecuatoriano Richard Carapaz, que el año pasado ganó el Giro de Italia: "Se merece lo que le está pasando hoy por la calidad de persona y por sus condiciones como ciclista".
Oscar está casado con Esmirna y tiene tres hijos: Juval, Andy y Martín.
Hoy espera que pase el tiempo por la sanción que le impuso la UCI, por un positivo que marcó en un control al dopaje, para volver a correr. Y quiere ponerse a tono para retornar a Colombia: "Amo el ciclismo de ese país, sus gentes, sus equipos y la pasión que tienen por este deporte. Ojalá en mi país lo valoraran así como ustedes allá".
Soliz celebró el título del Clásico RCN, pero no olvida la victoria de etapa en la sexta etapa de la misma carrera en Santa Rosa de Osos (Antioquia): "Fue algo increíble porque se le dediqué a mi abuela (Octaviana) que había fallecido y era como mi madre".
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