Miguel Calero, exguardameta de la selección colombiana y figura del fútbol mexicano en los últimos años, fue pieza clave de los diez títulos que consiguió el Pachuca en el que jugó del 2000 al 2011.
Calero, quien falleció ayer luego de que el lunes en la noche fuera declarado con muerte cerebral producto de una trombosis, cumplió 23 torneos en el fútbol mexicano, todos con el Pachuca, en los que sumó 395 partidos, 394 como titular, 391 completos, en la primera división de México y ganó diez títulos entre nacionales e internacionales.
En ese lapso acumuló 35,303 minutos de juego y aceptó 518 goles.
El arquero, de 41 años, fue capitán y símbolo del Pachuca y el único jugador que participó en los decena de títulos que el equipo del estado de Hidalgo, centro de México, conquistó en la década pasada, en la que Calero fue protagonista.
El colombiano ganó cuatro títulos del torneo mexicano, Invierno 2001, Apertura 2003, Clausura 2006 y Clausura 2007, y seis internacionales -incluidos cuatro de zona de Concacaf, una Copa Sudamericana y una SuperLiga en EE.UU.
Esa fue la herencia que dejó el colombiano a un club que creyó en su talento y capacidad y por eso lo trajo a México.
El portero, de 1.89 metros llegó en el Torneo de Invierno 2000 procedente del Atlético Nacional colombiano, después de su debut con el Sporting de Barranquilla (1987-1992), ya desaparecido, y de jugar para el Deportivo Cali (1992-1997).
Su labor en el Nacional (1998-2000), con el que conquistó el título nacional colombiano en 1999, le dio el impulso para buscar suerte en el extranjero y el Pachuca fue su mejor opción.
Fue un show
Calero fue campeón con la selección colombiana en la Copa América 2001, aunque fue suplente de Óscar Córdoba en la mayoría de los partidos, pues jugó un partido. También fue suplente en la Copa Mundial de la FIFA Francia 1998.
Con el Pachuca, el colombiano acumuló 450 partidos sumando todos los torneos nacionales e internacionales en los que participó.
Su meta era completar los 400 partidos en la primera división mexicana, pero se quedó hasta el momento suma 395, según los registros de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF).
El portero jugó, además, cinco partidos en el torneo Sub-20 de fuerzas básicas y 51 juegos en competencias internacionales.
Pero no todo fueron buenos resultados para Calero con el Pachuca con el que se dio el lujo hasta de marcar un gol con la cabeza. En septiembre de 2007 sufrió una trombosis venosa que puso su vida en peligro.
El colombiano fue operado, con éxito, en el Centro Médico de la Universidad de Minnesota (Estados Unidos). Estuvo en recuperación cuatro días y cumplió una rehabilitación de dos meses.
El guardameta sólo jugó cinco encuentros del Apertura 2007 y regresó ya recuperado para el Clausura 2008.
En el su último torneo el colombiano jugó siete partidos, su participación más baja en los 23 campeonatos que jugó en México.
Miguel, llamado 'El Cóndor' o 'El Show' se retiró de las canchas en octubre de 2011, ante el Pumas de la UNAM.
Tras su retiro, Calero se dedicó a ser entrenador de porteros e inició estudios en mercadotecnia y gerencia deportiva, para trabajar en proyectos con el Grupo Pachuca.
"Ha llegado el momento de decir adiós, todo lo que hice, lo hice pensando en Pachuca, me voy feliz. Aquí construí una gran familia, si volviera a nacer me llamaría Miguel Calero, sería portero y defendería los colores del Pachuca", dijo el guardameta al anunciar su retiro a finales de septiembre de 2011.
"Una gran persona, un gran profesional"
Carlos Alberto Osorio, médico del Once Caldas, compartió de cerca con Miguel Calero en varias ocasiones. Para él, la muerte de Miguel es una gran perdida para el fútbol. "Una gran persona, muy profesional, muy serio y a la vez muy ocurrente, por algo le decían el Show", dice el médico Osorio, que tiene recuerdos con Calero. "Una vez en un partido amistoso de pretemporada contra Nacional, Calero fue y se sentó en el banco de suplentes. Entre charla y charla hablamos de los jugadores que más duro le pegaban al balón y nos dijo que una vez Rubén Darío Velásquez le hizo un gol de tiro libre en el Palogrande, y que el balón iba tan duro que ni siquiera alcanzó a verlo. Me dijo: médico, solo sentí que el balón pegó en la red", rememora Osorio. Y luego recuerda un día que jugando un Mundialito sub20 con el Once Caldas en Guadalajara, Calero, junto a Andrés Chitiva y Aquivaldo Mosquera, los atendieron de la mejor forma. "Jugaban Pachuca contra Chivas y Calero hizo gestión para que pudiéramos entrar al camerino, compartir con ellos y todo lo demás. Un gran anfitrión", dice el galeno del Club blanco.
Para Osorio, la muerte de Miguel Calero es algo que enluta a toda la familia del fútbol. "Son cosas que pasan y él ya tenía antecedentes hace algunos años. Ahora le repitió en el cerebro y no aguantó", explicó el médico. "Nos duele mucho para aquellos que lo conocimos y lo admiramos".
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