Durante cerca de cuatro décadas Guillermo Quintero ha vendido helados en la unidad deportiva La Pradera. Después del confinamiento volvió a trabajar con su motocarro en el sector del parador Santana.
La Policía se acercó a su puesto y le prohibió en varias ocasiones trabajar. Guillermo y la ciudadanía piden que se le de un permiso espacial.
Respuesta
“Esa activa no se encuentra dentro de las excepciones”, dice Deivy Gerardo Sánchez, secretario de Gobierno de Anserma. Agrega que el Municipio ha prohibido la venta informal a Guillermo y a otros vendedores porque son actividades que no permite el Ministerio de Salud y del Interior.
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