
Fomento a la lectura
Talleres de creación literaria y estética. Relatos que enriquecen la identidad. Tradiciones regionales. Imaginación.
Vicky Salazar
LA PATRIA | MANIZALES
Tres libros recogen las creaciones de algunos de los jóvenes, entre 14 y 18 años, que participaron en los talleres del proyecto Fomento de la Lectura y la Creación Literaria, que organizó la Secretaría de Cultura de Supía con el apoyo del Ministerio de Cultura.
150 alumnos de las instituciones educativas del municipio, de la comunidad urbana y rural, participaron en los talleres de poesía, cuento, memoria oral y novela que orientaron Jorge Eliécer Zapata Bonilla, Fabio Vélez Correa y Juan Carlos Acevedo Ramos. Con ellos trabajaron ejercicios en los que pusieron en práctica herramientas básicas para incursionar en el mundo de la literatura y de la recuperación de la fantasía colectiva heredada de sus mayores y, que ahora recrean los jóvenes, para tomar vuelo y despejar parte de la identidad de las comunidades negras e indígenas.
"La pluralidad étnica de Supía lo hace rico en este tipo de manifestaciones intelectuales que deben fortalecerse para seguir siendo un bastión en el panorama de la creación estética", afirmó Jorge Eliécer Zapata.
Publicaciones
Los libros: Los niños sueñan contando, compila cuentos que fueron creados durante el taller que dirigió Jorge Eliécer Zapata; La voz de nuestros ancestros. Tradición mítica de Guamal y Sevilla Baja, reúne relatos míticos y fantásticos, que tuvieron la orientación de Fabio Vélez, y Sueños de papel, las poesías creadas bajo el acompañamiento de Juan Carlos Acevedo.
LOS NIÑOS SUEÑAN CONTANDO
- Las semillas del duende
Un día se encontraba una hermosa joven sola y triste en la orilla de una quebrada, cuando de pronto se le apareció un pequeño duende, el cual tenía semilla de oro que llevaba en una pequeña bolsa. El duende muy solidario le preguntó a la joven: ¿Qué haces aquí tan solita y triste? La joven contestó: Señor duende, estoy aquí triste y hambrienta, no como ni tomo nada, una señora me arrojó dos migajas de pan y algo de beber y no sé si llevarlo a mis padres o comerlas yo. El duende le propuso llevarles una migaja a sus padres y la otra la compartiera con él. La joven aceptó su propuesta y le dio pan al duende y comieron los dos, llevándoles el otro pedazo a sus padres. La jovencita y el duende quedaron muy satisfechos y entonces el duende le regaló la bolsita con las semillas a la niña y le pidió que la sembrara en su casa. Ella se fue agradecida y al llegar la sembró. Al poco tiempo nacieron hermosos y frondosos árboles, los cuales daban las mejores frutas del mundo.
Sus padres y su hija se alimentaron de esos frutos. Los árboles no daban abasto hasta que un día llegaron unas personas que les pidieron les vendieran algo de sus frutos para ellos comer y así decidieron montar un pequeño negocio vendiendo los frutos de estos árboles y nunca jamás tuvieron más necesidades.
Yeferson Stiven Suaza
LA VOZ DE NUESTROS ANCESTROS. TRADICIÓN MÍTICA DE GUAMAL Y SEVILA BAJA
De la tradición aborigen
- El monicongo y los alfileres
La historia cuenta que hace pocos años, no se sabe cuantos, existía un muñeco negro, feo, con boca grande que tragaba alfileres cuando se hacía alguna travesura. A este ser se le conocía como el monicongo y su papel era que a las personas que tenían necesidades y angustias les ofrecía ayuda y les daba vida eterna, o sea, les entregaba una calavera (cráneo) y les decía que lo guardaran en un lugar que nadie conociera y que siempre saliera con él para todas partes.
Si se lo dejaban quitar o ver de alguien, seguro morirían. Algunas personas, a veces, se negaban, pero él les decía que si no aceptaban, los maldeciría para siempre.
De otra parte el monicongo siempre va a las montañas a recuperar la poca fuerza que le queda. ¿Cómo recupera esta fuerza? La recupera por medio de los alfileres, o sea, él se los roba, pero si se los quieren dar los recibe. Él a quien se los da lo premia con lo que la persona quiera y así las personas viven harto tiempo y por eso se ven tan bien en la vida.
Este muñeco no es de fiar porque cuando él quiere quitarles los premios y todo lo que ha dado, las personas quedarán solas y sin nada, se morirán con la conciencia intranquila de haber convocado a ese espantoso muñeco.
¿Investiga, pero jamás te dejes llevar por las apariencias!
Cuenta y deja que te cuenten, pero siempre ten en cuenta que hay algo imaginario y algo real.
Camila Uchima Ramírez
El legado africano
- Bermúdez y el toro
Se cuenta que había una vez un hombre llamado Bermúdez, muy rico y consentido con sus hijas.
Un día las hijas, que tenían su espíritu maldadoso, le pidieron a su padre que cogiera a uno de los toros del establo y lo pelara vivo y que le echara sal... querían disfrutar del dolor del animal.
Bermúdez le ordenó a dos de sus trabajadores que hicieran lo anterior. Del desespero el animal se golpeó contra un árbol y murió.
Se comenta que desde entones, en las tardes, se oye a un toro que corre desesperado mientras bufa y que alguien lo arrea. Entonces, la gente suele hacerse a un lado para que pase, pero lo único que se observa es un cacho y siente que gritan: "¡A un lado que va el toro! Y alguien contesta: ¡A un lado que va Bermúdez! Este espanto se aparece por los lados de La Iberia y Sipirra.
Daniel Mauricio León León
SUEÑOS DE PAPEL
- La noche
Cuando el sol se va
y llega la noche
miro al cielo
para contar las estrellas
pero son tantas y tantas que pierdo la cuenta.
Eso me recuerda
que al mirar a mi alrededor haya tantas personas
que quiero y me quieren
y que ilumina mi vida con las estrellas a la noche.
Érika Jaramillo Zamora
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015