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Miguel Méndez Camacho asistió a la Feria del Libro.
Fernando-Alonso Ramírez
LA PATRIA|Manizales
"¿Qué hacer para difundir la cultura, un libro o a un escritor?" El autor manizaleño Jaime Echeverri hizo esta pregunta-reflexión en el conversatorio sobre las novelas de Manizales el pasado miércoles en el auditorio Tulio Gómez Estrada, alrededor de las preguntas sobre cómo lograr que se impriman más las obras de autores caldenses.
Una posible respuesta llegó en la charla que siguió en el mismo escenario como parte de la Feria del Libro de la Universidad de Caldas. Allí estuvo Miguel Méndez Camacho, quien cada mes imprime 10 mil libros de poesía y los regala, es el ideólogo y editor de la colección Un libro por centavos y primer decano cultural de la educación superior de Colombia.
La idea lleva ya 104 títulos y circula cada mes con la revista elmalpensante, además de repartirse en bibliotecas públicas de todo el país. Los costos los asume la Universidad Externado de Colombia, en donde Méndez Camacho lleva años vinculado. Estaba dolido porque la única colección comercial de poesía que había era del grupo Norma, que editaba 300 ejemplares, y la cerraron porque no vendía los libros. Entonces burla burlando, dice Méndez Camacho, nació esta historia:
-Miguel Méndez Camacho: Rector -Fernando Hinestroza- por qué no me deja hacer una locura. Quiero hacer unos libros de poesía buenos, bonitos, muy bien editados y regalados.
-Fernando Hinestroza: Está como mal de la cabeza, usted. ¿Cuántos quiere hacer?
-M.M.C. Mínimo 10.000, máximo 13.500. He hecho estas cuentas: un aviso del Externado de Colombia en El Tiempo los domingos, que es muy pequeñito, puede costar 15 millones de pesos. Por esa plata puedo hacer 10.000 libros, porque, en la medida que sean más, sale más económico.
- F.H.: ¿Cuántos números va a hacer?
-M.M.C.: Tengo como cinco o seis amigos que quiero editar.
-F.H.: ¿Y a quién y cómo los va a entregar?
-M.M.C.: Ese es el problema más grave, distribuirlo, porque vale más que la edición. Tengo que buscar quién lo distribuya gratis. Una revista o un periódico que entienda que es un plus.
-F-H.: Sigo dudando de su buen juicio, igual siempre he dudado, porque no lo ha caracterizado la compostura y el orden, y por eso trabaja conmigo, porque uno debe tener una dosis de locura y usted la cumple satisfactoriamente.
Y siguió...
"Cuando llegamos al número ocho, la gente comienza a llamar, a mandar libros, a decirnos que quieren figurar en la colección, preguntan por qué no regalo más, que hagamos un lanzamiento. Soy de la teoría de que uno debe cacarear los huevos que pone y cacarearlos bien".
Le pidió autorización al rector para otros 10 números, y ya eran como 18. "Fue creciendo la audiencia y la gente mandaba cartas a elmalpensante, preguntando cuánto iba a durar. Le dije al rector que tenía para hacer unos 30 más, mentira no tenía sino 15. Empecé a llamar a mis poetas amigos y empieza la gente a emocionarse. Compañero, eso fue una berraquera".
Llegó al número 50 y le dijo al rector que se había pasado un poquito, porque la autorización era para algo más de 30. Y él le respondió: "Yo me he dado cuenta, Miguel, pero vea, eso que hace usted es la joya de la corona".
El decano...
Tiempo después Méndez Camacho volvió a donde el rector para anunciarle su retiro.
- M.M.C.: Rector, tengo 23 años de decano de Comunicación Social y estoy mamado, estoy pensionado y quiero irme para la casa.
-F.H.: A qué.
- M.M.C.: A malcriar nietos, a ver telenovelas de sirvientas como hacen todos los jubilados y comprarme un perro marico para llevarlo al parque a pasear.
-F.H.: Yo no creo que usted sirva para eso, usted tiene cuerda para otras vainas, acompáñeme. Por qué no se queda manejando la colección.
Y después le dio una fecha. Le dijo que la anotara y le manifestó: "ese día el Externado le va a hacer un homenaje por haber sido tanto tiempo decano, porque usted es un excelente externadista y porque va a ser el Primer decano cultural de la educación superior en Colombia".
Y esto le calzó perfecto a Méndez Camacho quien se puso feliz. No es para menos, según sus propias palabras: "No tengo estudiantes, no tengo profesores, no tengo padres de familia, no tengo consejos directivos. Nadie me jode", y ríe.
Epílogo
El diálogo con Méndez Camacho que empezó cuando el auditorio estaba vacío, aunque ya habían pasado 10 minutos del momento en que él debía empezar su charla, debió interrumpirse porque ya había público. Una veintena de personas que llegaron a escuchar este mismo cuento y sobre todo a oírlo leer su poesía, pero no la traía consigo, a pesar de que regaló una caja de libros por centavos a la entrada. No obstante se arriesgó con Dedicatoria:
Ando perdido
pero jubiloso.
Confieso que no sé
a donde voy,
pero la alegría me delata:
todos saben
que vengo de tu cuerpo.
Y aplausos y más pedidos. Lo intenta con otros y sabe que remienda. No importa. Él está feliz, burla burlando ya ha hecho que la Universidad Externado de Colombia invierta 1.200 millones de pesos en Un libro por centavos y a pesar de la muerte de Fernando Hinestroza, la institución sigue con esta idea.
- ¿Hasta cuándo? - pregunta alguien en el público.
- Hasta que este cuerpecito dé- y se echa a reír.
Novelística
Miguel Méndez Camacho escribió Malena, como el tango, que se desarrolla entre Colombia y Punta del Este, la cual se agotó, "pero porque imprimieron muy pocos ejemplares, 1.500", dice.
Ahora trabaja en una nueva novela que, anticipó, se titulará: No he debido mirar, una mezcla entre lo político y lo judicial.
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