John Harold Giraldo Herrera
Docente universitario y periodista
La nueva película colombiana 180 segundos se abre vía por un sendero enigmático: lo policial. Su trama se conecta con las películas predecesoras de su género en Colombia que han intentado valorar un modo de hacer cine que involucra como espía y detective al espectador. La trama recoge suspenso, un poco de folclor colombiano, una banda de asaltantes cuya ética es no disparar y robar a quienes, según su ideario, se lo merecen: narcos, traficantes, lavadores de dinero, ricos que para ellos es cuestionante que tengan sus arcas llenas. Le sigue un aspecto llamativo: empieza por el fin y de entrada el espectador se ve envuelto en un conflicto, donde los asaltantes se encuentran heridos. De modo que, toda la película será resolver cómo resultaron lesionados y entrar en la caracterización de quienes componen la banda, al tiempo, que los detectives más otros delincuentes, suman la construcción de una película que inquieta, atrapa y sorprende a quien la ve.
Si uno se vio Perro come perro (2008) se sabe que el hecho allí llamativo es la venganza entre la mafia, su título así nos lo delata, si además hemos visto una serie de películas colombianas sobre el crimen, tipo Perder es cuestión de método (2005) una de las temáticas es la corrupción y se inclina hacia la denuncia, en 180 segundos, no hay denuncia como tampoco intrigas sobre mafias, aunque se nota la corrupción y se deja ver el hampa en su funcionalidad. El contexto: un partido de fútbol entre Colombia y Uruguay que paraliza a la población, nada más, más una serie de insinuaciones sobre ser de Cali. Podría reclamarse más contexto político, pero lo mostrado es suficiente; existe un tratamiento intencionado, para que nos peguemos a las imbricadas relaciones que se muestran, como estar pensando en la fatalidad de los hechos y en una especie de eslabón desconocido, de modo que algunos enigmas se encuentran sin ser determinados, tiempo en el cual, el espectador gozará de armar las piezas que parecen no encajar.
La película es entretenida. Su forma de contarnos lo que está ocurriendo invita al espectador a recrear por una serie de flash backs la entrada en escena de cada personaje y de cada hecho, mientras que completa los márgenes de sentido para entender lo que sucede. Cinco son los integrantes de una banda, lideradas por el envalentonado, pero atípico delincuente Zico, que se divierte como niño jugando video juegos, siendo hincha del fútbol europeo, con una ética llamativa: asalta a poderosos ilegales, se vale de su plata para llevar una vida bien, pero con sueños de irse “lejos de todo este visaje” en compañía de su hermana Angélica quien ha ganado una beca para estudiar lo que quiere en el extranjero. Un amigo que está en la cárcel -René-, un compañero fiel – El Guájaro- y un integrante –Rincón- que se acaba de sumar por recomendación de René, son quienes desean cometer el último robo para retirarse. Cuentan con 180 segundos antes que suene la alarma.
La alarma suena en cada escena, hay emoción, un toque de suspenso nos envuelve, la banda sonora es envolvente, pero existe la necesidad de saber qué pasa en realidad. Si hay un hecho trágico de entrada, requerimos entender por qué se presentó, es ahí donde actuamos como detectives cazando el sentido de la película. No hay cabos sueltos, uno los debe ir recopilando. La policía que investiga ciertos casos aparece como corrupta, unos cómicos delincuentes de joyas, más la casa de cambio donde se cometerá el robo son el pretexto para indicarnos que los hechos se conectan. Mientras se persiguen a los ladrones lo pretendido puede ser otro botín más jugoso. Al tiempo que lo que uno encuentra es provechoso, un cine con una historia inquietante: “Una esquizofrenia chiquita”, tal cual como dice Zico al empezar la película.
Un cine policíaco emocionante, contado con astucia. Es fatal, anuncia la tragedia, como también los emotivos momentos de lo que ocurre en 180 segundos en un robo a una casa de cambios, donde la vida se detiene, y en el último instante se encuentran y entrelazan los hechos de sus protagonistas. En 180 segundos como en las viejas novelas policíacas existe un temor que luego se irá alivianando, más un realismo que sorprende por los inesperados acontecimientos.
Algunos enigmas se encuentran sin ser determinados, tiempo en el cual, el espectador gozará de armar las piezas que parecen no encajar.
Año, país y duración: 2012, Colombia, 90 minutos.
Dirección y guión: Alexander Giraldo
Música: Julio Nava, Andrés Landínez
Fotografía: Eduardo Ramírez
Reparto: Manuel Sarmiento, Angélica Blandón, Alejandro Aguilar, Luis Fernando Montoya, Manuel Viveros, Harold De Vasten
Productora: 64-Afilms
Género: Thriller, Policíaco, acción.
Página web: http://www.180segundoslapelicula.com/
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015