FELIPE MOTOA FRANCO
Nada que terminan el megacolegio Juan Pablo II en La Dorada. Lo que se construyó desde el 2007 y se detuvo en 2009 está en riesgo de deterioro. Así lo indica el seguimiento de la Contraloría General de Caldas, que emitió una función de advertencia en diciembre del 2013, y 14 meses después lo ratifica.
"Se concluyó de la verificación que las obras se encuentran paralizadas sin ningún avance, igual que años anteriores, con los riesgos de deterioro provocados por el agua, el clima y otros factores", repite el ente de control. LA PATRIA publicó un informe el 24 de noviembre del 2013, en el que se evidenciaba el desinterés de siete alcaldes, incluido el actual (Erwin Arias, Cambio Radical) para culminar la infraestructura.
La Contraloría precisa que se ha hecho caso omiso a la función de advertencia inicial que busca prevenir un detrimento patrimonial, por lo cual, en caso de sanciones, la Alcaldía de La Dorada no podría alegar ausencia de responsabilidad.
El argumento principal de la Administración de La Dorada para no continuar con los trabajos es que existen investigaciones pendientes sobre el tema, además de un concepto emitido por el Fondo Financiero de Proyectos de Desarrollo en el que se resaltan presuntas fallas estructurales en las obras. No obstante, el organismo de control desvirtuó el concepto, pues no presenta sustento técnico suficiente.
Quietos
En el 2013 Arias habló de gestiones frente al Gobierno Nacional para conseguir $500 millones y con estos facilitar la puesta en funcionamiento del colegio. Pero hasta hoy no se ha visto mover ni un cable en el edificio, sobre el cual se invirtieron, antes de caer en el abandono, $8 mil 500 millones del Departamento Para la Prosperidad Social (DPS).
Juan Carlos Roso, secretario de Educación del municipio, indicó: "Aunque no sabemos si podremos abrir el colegio antes de que el alcalde finalice su periodo (diciembre próximo) hay abierta una licitación pública para contratar alrededor de $600 millones, de recursos propios, en el mantenimiento de la infraestructura". Esto es diferente a lo que se encuentra en el Sistema Electrónico de Contratación Pública, donde no figura ningún proceso relativo a la Juan Pablo II. Tan solo una licitación, por $418 millones, para adecuar las sedes educativas Buenavista, La Atarraya y La Habana.
"Es un asunto que le compete a la Alcaldía de La Dorada. Estamos muy interesados en que se pueda abrir. Debe haber voluntad", comentó la secretaria de Educación de Caldas, María Aracelly López.
Esperan
La Institución Educativa Renán Barco es la más interesada en que las obras se terminen. Ubicada en el populoso sector de Las Ferias atiende una población de 2 mil 800 estudiantes en todas sus jornadas. La Juan Pablo II se planeó para albergar a los niños de primaria y así aliviar el hacinamiento en el que estudian.
"Se construyó, sobre la vieja escuela, un edificio amplio para los de bachillerato. Pero como la Juan Pablo II no se ha terminado, tuvimos que poner a los de primaria en ese nuevo edificio y dejar en estrechez a los de bachillerato. Ojalá haya voluntad para terminar la Juan Pablo, que le falta poco, más que nada el restaurante", dijo el rector, Rudi José Galeano. Pasan los años y esa voluntad por la que clama Galeano, parece embolatada. Tanto o más que la terminación del megacolegio.
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