No es una tendencia nueva el idear, desarrollar y extender el compromiso social de las diferentes empresas u organizaciones dedicadas a prestar servicios bajo innumerables modalidades. Los ciudadanos desde el amanecer hasta el anochecer, adquieren y disfrutan, de acuerdo con sus intereses y posibilidades, diferentes productos y utilizan diversos servicios.

Frecuentemente, como se ha expresado, hay ciudadanos que no disponen de dinero y no tienen nada qué intercambiar para suplir lo más esencial para su existencia. Aunque las cifras engañosas tratan de demostrar lo contrario. El desempleo y el subempleo, hacen estragos entre la sociedad con sus determinantes de pobreza y miseria.

Dichas así las cosas, se impone un compromiso social de todos tanto en la forma individual, institucional o empresarial, lo que se debe entender, practicar y evaluar bajo la premisa de solidaridad y lejos del fenómeno de caridad.

Entonces aparecen los diferentes representantes legales. Unos con una verdad meridiana, responsable y digna de aplauso que va más allá de los beneficios tributarios y otros que sólo consiguen despertar dudas sobre la realidad de lo que se expresa, con relación a sus programas de proyección social.

Unos, los mejores, en silencio, discretamente y sin necesidad de compensaciones personales, ni sociales, políticas y menos publicitarias.

Otros parecen cotorras y artistas de la pantalla y aparecen al máximo o mínimo desprendimiento. Se conoce que están en medio de sus propias, ni siquiera de la empresa, concepciones e interesados en obtener réditos de toda índole y a veces, más de lo deseado, para sus propias vanidades y perspectivas.

De un lado están las verdaderas entidades sin ánimo de lucro, y las ficticias del otro. Otras diferentes, buscan rendimientos, a lo que tienen derecho legal, bajo diferentes formas.

Indudablemente, se hace necesaria determinada información general para que la ciudadanía comprenda el alcance de la solidaridad de una entidad sin más fines que despertar comprensión y adhesión. Además, que pueda utilizar, que es lo más importante, los diversos programas de la proyección social ligada a la entidad para beneficio, sin discriminación, de todos los miembros de las comunidades del departamento.

Las Organizaciones No Gubernamentales, ONG, cumplen en términos amplios unas funciones que reemplazan al Estado, por incapacidad de éste y por cualquiera de los motivos que terminan comprometiendo a los ciudadanos de una u otra manera y quienes urgen soluciones a sus dificultades, la lista es larga y produce una sensación de desamparo, que es necesario remediar.

Entre estas entidades se halla la Liga contra el Cáncer, seccional Caldas, una Institución sin ánimo de lucro, la cual desde su fundación cumple con sus postulados a través de diferentes mecanismos que buscan, ofrecen y otorgan solidaridad, en los compromisos propios de su Misión. Para identificar todos los campos en los cuales la sociedad recibe el apoyo de la Liga, se hace necesario un documento amplio, no es el espacio para hacerlo, en donde identifique la oportunidad, la cobertura y la calidad de sus programas que finalmente van dirigidos a toda la población sin ninguna clase de restricciones.

Con orgullo trabaja solidariamente en sus programas de educación- desde los niños hasta las comunidades adultas- y asistenciales fundamentalmente para la Prevención del Cáncer y la Promoción de la Salud, en todo el departamento bajo distintas estrategias.

Además de sus servicios de apoyo a pacientes con enfermedad tumoral o luego de ella. La Liga es una Institución abierta a quien requiera de sus servicios, inclusive de consultoría a pacientes o las familias de éstos.

La Liga destina un promedio de 100 millones de pesos al año, procedentes de sus ingresos por los servicios que le permiten funcionar, a los programas de solidaridad para quien resida en Caldas. Es necesario informar que el promedio de donaciones privadas, únicas, no alcanza a un millón anualmente.

Nota 1: Manizales necesita y es digna de tener un Hospital Universitario.

Nota 2: Declaración de intereses: El autor de la columna es actualmente el presidente de la Liga.