Leonardo Pineda


Cine de hoy
Twitter: @leonardopineda
"A lo único que le debemos temer, es al miedo como tal"
Roosvelt
A todos por lo general nos asusta algo: un sonido, una situación, un elemento físico, los rayos, las arañas y un sinfín de cosas que enmarcadas en una situación determinada nos producen una reacción física de ansiedad y angustia denominada miedo.
Los cineastas de una u otra manera siempre han querido encontrar la forma de asustarnos, de hacernos brincar en las butacas del teatro y generar un grito que se ahogue en nuestra garganta. James Wan ha ido aprendiendo, en su carrera como director, a encontrar la forma perfecta de asustarnos como lo demostró en Insidius (2011), logrando un miedo a lo paranormal a través de terroríficas e inolvidables escenas (como la del limbo en el que el padre desesperado busca el alma de su hijo). Wan, de tan solo 36 años, se ha consagrado en el séptimo arte como un experto a la hora de generar terror en los espectadores, lo hizo con la saga de Saw en las que intervino como productor, guionista y hasta dirigió la primera entrega en 2004, evolucionó con Insidius y ahora ha encontrado los ingredientes perfectos para presentarlos en forma de película en El Conjuro.
The Conjuring tiene todos los elementos necesarios como en una receta inequívoca para darle al cinéfilo amante del miedo una película perfecta: niños, un perro, una casa vieja que cruje, una mamá abnegada, un pasado oscuro, unos fantasmas, un demonio, unos investigadores paranormales, un exorcismo, un juego infantil, una caja de música, una grabadora y una muñeca horrible con cara de porcelana. Esos elementos mezclados de manera magistral y con algunos momentos de humor en medio de una trama terrible son lo que uno busca a la hora de ir a ver un film de terror. Para algunos puede parecer demasiado previsible, para otros muy elaborada pero, la historia está muy bien contada y además se apoya en la premisa "basada en hechos reales" que la hace aún más aterradora. No será de la misma calidad de El Exorcista pero, asusta y mucho.
Las actuaciones de las niñas son muy acertadas y los protagonistas aportan cada uno un punto a favor en el conjunto de la historia, resalto las actuaciones de Vera Farmiga y Lili Taylor quienes tienen la oportunidad de lucirse cada una desde una orilla diferente. Indudablemente se debe tener en cuenta la gran calidad visual y la producción artística, que en cada pequeño detalle nos ahonda en el miedo a lo inexplicable. Imperdible.
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