José Humberto Gallego Aristizábal, director del Jardín Botánico de la Universidad de Caldas, dice que este espacio de 9,5 hectáreas es un lugar  especial que desde hace varios años se consolida como sitio para las prácticas académicas de los estudiantes de la universidad.

En él se desarrollan actividades de agronomía, biología, ingeniería y otras carreras que de alguna manera se sintonizan con la intencionalidad  ambiental o con la posibilidad de hacer un desarrollo sostenible en la región y en país. Es la función como tal que cumple para la universidad como complemento investigativo académico y de proyección.

Hacia afuera como Jardín Botánico pretende ocuparse de la investigación biológica o la investigación de la biodiversidad que existe en la región. Por ello, se trabaja en la idea de saber cuáles especies nativas existen, cómo están distribuidas y cómo es la cobertura natural que todavía tiene el Departamento. Al mismo tiempo hacen investigación puntual de especies que de alguna manera están en vía de extinción. Es un laboratorio natural donde permanentemente se hace investigación en botánica y últimamente investigación agro-ecológica, es decir, cómo hacer conservación del medio ambiente, pero producido en el medio rural específicamente y en algunas ocasiones en el urbano.

Agrega que prestan el servicio a estudiantes de arquitectura de la Universidad Nacional y de la Universidad Católica porque estas  facultades trabajan el componente arbóreo urbano, la fitotectura de las especies y otros elementos que tienen que ver con el uso de las especies nativas para la composición del  paisaje.

Desde el Jardín Botánico hemos planteado que Manizales requiere mejorar  en la taza de área verde por habitante.

La ciudad hasta donde tenemos entendido, según los estudios de la Universidad Nacional, tiene un bajo promedio de área verde por habitante en comparación con Bogotá que esta por el orden de 4,5  metros cuadrados  de área verde por habitante. Estos espacios son importantes porque son zonas de recambio de oxígeno y de interacción del área rural y urbana.

Resalta que por intermedio de la quebrada del San Luis, que es donde está ubicado el Jardín, existe una comunicación con la Cuenca del río Chinchiná. De hecho la migración de muchas especies animales llega hasta el Jardín, suben por toda la Cuenca, llegan hasta la quebrada y luego, al Jardín.

El Jardín no  es solamente  un pulmón. Es un espacio altamente apreciable para lo que llamamos la biodiverciudad urbana.  En él hay zorrillos, tigrillos, ardillas, barranquillos, cerca de 120 especies de mariposas, 135 especies de aves y todo ello dentro del perímetro urbano de la ciudad. No solamente es por el oxígeno que se genera, sino que se vuelven enclaves estratégicos para la conservación ambiental.

Hace tiempo se está  impulsando el concepto de biodiverciudad urbana que muchas veces pasa desapercibido, lógicamente mediante un espacio de recambio de oxígeno como pulmón de Manizales.

La esencia de los jardines botánicos siempre ha sido la educación para la conservación  ambiental.

El Jardín recibe anualmente unos 15 mil visitantes, la gran mayoría  estudiantes de colegios de Manizales, lo que se hace con mayor agrado porque en ellos está el futuro de la conservación de nuestra región.

Destacado:
La ciudad hasta donde tenemos entendido, según los estudios de la Universidad Nacional, tiene un bajo promedio de área verde por habitante en comparación con Bogotá que esta por el orden de 4,5  metros cuadrados  de área verde por habitante.

COMENTARIO ADICIONAL:

Finalmente señala que se tienen varios convenios a nivel nacional y regional con el fin de rescatar especies en vía de extinción. Por ejemplo están empeñados en recuperar 15 especies que son básicamente arbóreas. Se trabaja con árboles porque son más vulnerables independiente se usen o no y son valiosos para lo que es la regulación de un ecosistema porque generan micro vida debajo de ellos.

Han perdido mucha especie nativa en la zona como el guamo, con los monocultivos de café, el comino crespo o el laurel comino, el yolombo, etc.

Mediante la recolección de semillas que se propagan en los viveros para luego reintroducirlos en las zonas de hábitat, pretenden recuperarlos.