Hace aproximadamente dos años, cuando estábamos en plena campaña electoral para la elección popular del alcalde de nuestra ciudad, tuvimos un racionamiento de agua que los manizaleños nunca llegamos a imaginar se fuera a presentar. Nos sentíamos totalmente orgullosos de nuestros servicios públicos. Hoy en día, después de haber superado las dificultades, nuevamente nos sentimos felices y contentos de nuestros servicios públicos, pero no olvidamos lo que pasó y nos asustamos cada vez que por cualquier labor de mantenimiento suspenden el servicio del agua.

Vale la pena recordar lo que nos sucedió, y estar atentos y vigilantes para que no se vuelva a presentar un racionamiento de agua igual o similar. Primero se presentó una avalancha en el río Chinchiná, que es el que nos suministra el mayor volumen de agua que consumimos, esta arrastró la tubería de conducción de agua en cercanías de la planta de tratamiento Luis Prieto, y después de haberse solucionado este problema, a los pocos días, se derrumbó una parte de una finca situada frente a las instalaciones de la misma planta, destruyó un tanque de distribución y arrastró la tubería recién instalada.

Debido a esto la ciudad quedó sumida en un caos. Las colas de las personas frente a los vehículos repartidores de agua se volvieron normales, lo mismo que las canecas dispuestas a recoger el agua que manaba de las laderas por los filtros que sirven para lograr la estabilidad de las montañas.

Hoy en día las cosas son diferentes. Se están tomando todas las previsiones posibles. Dejando en claro que el riesgo "cero" no existe; es decir, en cualquier momento la montaña puede volver a moverse y destruir la planta Luis Prieto, o aún la ladera de la planta Niza se puede desestabilizar y afectarla. Sin embargo, se están haciendo los trabajos requeridos para lograr la preservación de las plantas y de las tuberías de conducción.

En un principio se había hablado de construir unos cruces subfluviales en los pasos del río Chinchiná y de las quebradas del Perro y Manizales. Sin embargo, los estudios que se hicieron definieron que hacer estos cruces además de complicados, era muy costoso. Hace pocos días se logró dar el servicio de la tubería instalada en la quebrada Manizales y que está localizada a una altura del lecho que da tranquilidad respecto a su estabilidad, en el evento que se vuelva a presentar una avalancha en esta quebrada. Ahora está haciendo falta proteger los cruces por el río Chinchiná y el de la tubería que pasa por encima de la quebrada del Perro, aclarando que por allí ya se tiene instalada una tubería que pasa por debajo de la misma.

Lamentablemente los trámites burocráticos no han permitido la compra de la finca que está localizada frente a la planta Luis Prieto y así proceder a hacer los trabajos requeridos para solucionar los problemas de estabilidad que tiene esta ladera, a pesar de esto se han construido unas obras de protección de la planta. También ya se han realizado parte de las obras de protección que requiere la ladera de la planta Niza.

Son muy importantes los trabajos que están haciendo en la plata Niza, consistentes en aumentar la capacidad de tratamiento de agua, pasando de 600 a 1.200 litros por segundo y mejorando las conducciones de agua cruda que surten la planta. Con estos trabajos, si se llegara a presentar una avalancha sobre la planta Luis Prieto, los manizaleños estaríamos mejor preparados para atender este problema que lo que lo estábamos hace dos años.

Otro punto muy importante que se está atendiendo, corresponde al del mantenimiento de las redes de acueducto y alcantarillado de la ciudad. Ya hay tuberías que están llegando al final de su vida útil y hay que repararlas para evitar que fallen y quedemos sin servicio de suministro de agua, o se puedan afectar viviendas y vías.