Después de interponer 250 recursos para evitar el referendo que determinará si su mandato es o no revocado, hoy el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, parece estar de plácemes porque la Registraduría avaló las firmas necesarias para continuar con dicho proceso. ¡Del ahogado, el sombrero!

Pero esto lo único que demuestra es el convencimiento íntimo de Petro de una culpa gravísima, que le da autoridad jurídica al procurador para determinar su destitución y para inhabilitarlo por quince años para ejercer funciones públicas. De ahí que lo que hasta ayer había que evitar a toda costa, hoy represente una tabla de salvación para el alcalde, pues le permitiría posar de víctima y pescar en el río revuelto de la ignorancia del pueblo que, airado e instigado por la posición de prócer y salvador, estaría dispuesto a respaldarlo más como un acto de retaliación en contra del procurador, que como un apoyo real a su gestión.

Por otro lado, ver a Petro en Washington acudiendo ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos es, ante todo, paradójico. Porque, sin haberse notificado aún del fallo del procurador en primera instancia, está tratando de conmover instancias internacionales que antes desconoció y pidiendo ante ellas el respeto por unos derechos que no le han sido violados, como él tantas veces y durante tantos años lo hizo con los nuestros. ¡Pobre víctima!

Este es el arte de la dilación. Las argucias jurídicas que ha utilizado Petro en el proceso de su revocatoria, más las que está utilizando en el de su destitución nos dan a entender que, así no lo quiera admitir, se le ha respetado el debido proceso, se le ha escuchado en todas las instancias, y se le han seguido unos procedimientos legales que lo han cubierto en el tiempo y lo han dejado gobernar por encima de los cuestionamientos y las demandas interpuestas. ¿Es esto una violación al derecho? ¿Se le están coartando sus acciones legales y cercenando sus garantías procesales en Colombia? ¡No! Pero es más fácil actuar bajo el amparo de las ONG internacionales (cuyos vínculos con los facinerosos colombianos son evidentes), que actuar bajo las garantías que públicamente le han brindado nuestras autoridades políticas y judiciales. Él sabe que en Colombia la tiene perdida, pues se le está condenando por su ineptitud, improvisación e irresponsabilidad, y le queda imposible cubrirlas, como pretende hacerlo en el campo internacional donde quiere aparecer como perseguido e injustamente tratado.

Pero, ¿sí será él la víctima? Hace apenas ocho días veíamos cómo ondeaban enormes banderas del M19 en Bogotá, en una manifestación de apoyo al alcalde Petro. Y ondeaban precisamente al frente del Palacio de Justicia, palacio que ese mismo grupo profanó hace dos décadas y del cual salieron calcinados cientos de magistrados, funcionarios y trabajadores inocentes. Es decir, esa justicia que hoy reclama Petro y sus aliados de la izquierda colombiana, es la justicia que asesinaron ellos mismos con objetivos que aún son un misterio.

Y aún así, nadie puede decir que lo que se ha hecho en el caso del alcalde de Bogotá esté por fuera de la ley. Por eso hay que respetar y hacer hasta lo imposible por permanecer en este estado de derecho en el que vivimos, y por defenderlo de criminales que, como las Farc, tratan permanentemente de desestabilizarnos y de acabar con todo lo que signifique orden, institucionalidad y legalidad. Defenderlo de las mismas Farc que hoy se alían con Petro por ser el máximo representante de la ideología chavista en nuestro país.

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Manizales se viste de gala nuevamente para recibir a miles de turistas en su 58 Feria anual que se realizará del 3 al 12 de enero del 2014. Los mejores carteles taurinos que, como ya es usual, ha confeccionado Cormanizales. Espectáculos para todos los gustos, para todas las edades y para todos los estratos están arribando a la ciudad. Artistas de talla mundial se aprestan para visitarnos y para entregarnos sus presentaciones, muchas de ellas en escenarios gratuitos y de fácil acceso. Eventos deportivos, culturales, recreativos y mucho más podremos encontrar en nuestra Manizales del alma en los próximos días. ¡Ojalá los manizaleños permanezcamos en la ciudad sirviendo de anfitriones a los miles de turistas que cada año nos acompañan! No podemos ser inferiores a las expectativas que con justificada razón se generan en torno de esta bella Manizales.