Mario César Otálvaro
LA PATRIA | Manizales

Finalizarán hoy los cuadrangulares de un campeonato entretenido, que levantó el nivel del primer semestre, y del que es difícil aventurar pronósticos, pues basta con mirar la fecha
pasada para constatar las inconsistencias de los favoritos.
O quién le apostaba al triunfo del Pasto en Barranquilla, o de Itagüí en campo de Equidad, y del mismo Millonarios que sacó de carrera al Tolima y se apuntaló en posición de
privilegio, sin que pueda cantar victoria por anticipado porque ya lo hizo ante Tigre por la Suramericana y salió con un bagazo.
Flojo lo de Nacional que cedió parte de su aspiración frente a un Medellín táctico-defensivo, en juego en el que desnudó lo que aquí fue el un potente arsenal de Juan Carlos
Osorio, y era su facilidad para crear opciones de gol y convertirlas.
Por eso hasta que termine la jornada se sabrá acerca de los elegidos, en un semestre que nos deja la partida prematura de Miguel Calero, y la segura ausencia del América una vez más
de la divisional A, perdiendo el ponqué un trozo de su crema porque su baja le hace daño a sus intereses, al fútbol, y al torneo que necesita de equipos con hinchada.
Para destacar, lo de Itagüí de la mano de Leonel Álvarez… Y pensar que pudo ser el técnico del Once Caldas, con el convencimiento de que así fuera con escasa nómina se las
hubiera ingeniado para una campaña superior a la que hicieron Ángel Hoyos y compañía.
Porque aquí no hubo nada, solo pobreza administrativa y vergüenza en lo deportivo, sin fuentes que garantizaran bases para reiniciar el trabajo, lo que obliga a partir de ceros,
generando muchas dudas acerca de si el entrenador argentino es el ideal para ese propósito.
Y es que la continuidad de Hoyos corresponde a la descarada herencia dejada por la junta anterior en materia contractual, más que a la convicción por su trabajo, ya que sus
ejecutorias no lo respaldan, recibiendo un espacio generoso de los nuevos dueños para que demuestre el elixir de la felicidad que pintaba cuando llegó.
Ojala acierte porque otro fracaso sería un golpe duro para la institucionalidad luego del esfuerzo que se está planteando para la consecución de refuerzos, y el empeño de montar
unas divisiones menores serias, no llevando ‘pelaos al matadero’ que fue lo que se vio en la liga pasada.
Acerca de los jugadores en trámite, al menos con los del Pasto están enfocados, y no hay necesidad de molestarse con la prensa por la filtración de los nombres, pues es su tarea. Es
utilizar los conductos propios de sigilo por cuestión de respeto para evitar quejas como las de los pastusos, que no pasan de ahí porque hay libre juego de oferta y demanda.
Hay cosas por aprender, y lo irán logrando, pero valdría la pena un asesor deportivo con influencia y voz en Dimayor, con antecedentes y conocimientos, con pasado pulcro, y con
ideas de avanzada. Y seguidor del Once Caldas, que lo sienta con el alma, dado que las organizaciones, cualquiera sea su tipo, deben establecer vínculos directos con su mercado.
Claro que entre lo que había, y lo que depara el presente hay un gran cambio, y seguramente se notara en los asuntos financieros, con una filosofía económica austera pero
sana, justa de una entidad en la que prevalece el manejo ortodoxo de las cifras.
Igual me parece que se sigue abriendo el panorama, que ya operan los criterios propios de la empresa privada, y que los aires de renovación se apoderan del club para el bienestar de
sus seguidores y la esperanza deportiva del mañana.
Hasta la próxima…
macotal@yahoo.com