En materia de infraestructura vial es muy importante que los manizaleños estemos informados y atentos de cómo van evolucionando los diferentes contratos de construcción y mantenimiento de las vías de comunicación, tanto al interior de nuestra ciudad, como las que nos comunican con el resto del país.

Al interior de la ciudad el alcalde está proponiendo construir una serie de obras por el sistema de valorización, que vale la pena que se analicen con cuidado tanto por el impacto que causarían en el mejoramiento del desplazamiento vehicular, como por la capacidad de pago que tenemos los manizaleños. Este es un tema que apenas se está abriendo espacio en su discusión y análisis, y creo que vale la pena comentar en otra oportunidad, dejando claro que las obras públicas construidas por derrames de valorización han sido muy importantes para el desarrollo de nuestra ciudad.

En cuanto a las vías que nos comunican con el resto del país, quiero analizar la que nos lleva a Mariquita. Empiezo comentando que afortunadamente la Panamericana es una vía que depende de Invías, por lo que los recursos para las obras que actualmente se están haciendo allí los está desembolsando este Instituto, entidad que espera que en un plazo no mayor a tres años haber construido las intersecciones en el cruce, a desnivel, con la vía que va a la fábrica de helados La Fuente -que está totalmente diseñada-; el acceso a Villamaría -obra que no da espera- y la también a desnivel, en la glorieta de San Marcel -cuyo diseño aun no se tiene-. Igualmente, deberá estar construida la doble calzada entre San Marcel y Maltería.

Invías continúa con la política establecida por el exministro Cardona en el sentido en que solo iniciará la construcción de todas estas obras cuando tenga listos los diseños, los correspondientes permisos ambientales y negociados los predios requeridos. Entre otras, Invías decidió no ampliar el contrato que se está ejecutando actualmente de la construcción de la doble calzada entre Lusitania y el puente de La Playita -nada más demorado que la construcción de esta obra-. Eso no quiere decir que la obra se quedará inconclusa, sino que su terminación quedará incorporada a los contratos anteriormente mencionados.

Otro punto a tener en cuenta es que por muchos trabajos de mejoras y mantenimiento que se le haga a la actual vía que conduce de Manizales a Mariquita, esta continuará con bajas especificaciones y su trazado no es el requerido para una carretera del siglo XXI. Por eso es muy importante estar atentos a la evolución del diseño del trazado de la nueva vía. Ya se decantaron las propuestas que se tenían, quedando solo dos alternativas: Una que partiría desde Maltería y llegaría a Mariquita, vía que tendría una velocidad de diseño de 80 Km/hora y que requeriría la construcción de un túnel de 13 Km -túnel que para las condiciones de nuestro país puede sonar muy largo, pues, por ejemplo, el de la Línea es de algo más de 8 Km-. La otra alternativa es partiendo del Km 41 pasando por Marulanda, llegando también a Mariquita; es decir, no pasaría por el casco urbano de Manizales lo que no serviría para nuestros intereses.

Invías nuevamente retomó los trabajos de mantenimiento de la antigua vía a Chinchiná. El mantenimiento de esta carretera quedó congelado como represalia por los disturbios que se presentaron en los inicios de la construcción de la Autopista del café, que generaron hechos vandálicos en el municipio de Chinchiná, con muertos incluidos.

Como se puede observar, son muchos los frentes sobre los que el Invías está y va a trabajar en nuestro departamento. Trabajos muy importantes y que sin lugar a dudas van a redundar en nuestro crecimiento y desarrollo. Por eso es necesario conformar veedurías ciudadanas que se encarguen de hacer el debido seguimiento a todas las obras que se están ejecutando y las que están en diseño.