“Enseña a tus hijos a ser felices, no ricos.
Cuando crezcan aprenderán el valor de las cosas
…no su precio”

Después de este receso en el que la cartelera cinematográfica nos restringió gravemente de películas de buena calidad, con algunas excepciones, toca salvar el gusto con las otras alternativas para ver cine de las que tanto he hablado. Por recomendación de mi amigo Edison García pude ver una verdadera fábula de la vida moderna, de lejos la segunda película mexicana más taquillera de los últimos años y en un tono de comedia muy bien trabajado por su director. No es esa película hilarante de chistes físicos ridículos, es más bien una historia que saca sonrisas reflexivas a la hora de uno como espectador enfrentarse a las situaciones que se plantean. Situaciones que podrían parecer ficticias, pero que en el fondo pretenden dejar una moraleja acerca del valor que le damos a las diferentes cosas y asuntos de nuestras vidas.

La película se encuentra en DVD o en descarga on line, dirigida por Gary Alazraki y con un reparto que incluye a Gonzalo Vega, Luis Gerardo Méndez, Karla Souza y Juan Pablo Gil recaudó en México una asistencia de más de siete millones de espectadores, nada despreciable para una producción latinoamericana. El primero de noviembre se estrenó en Estados Unidos y ha tenido una excelente aceptación del público y de la crítica. Sin dañar la sorpresa del argumento del film, si puedo decir de ella que en conjunto las historias engranan perfectamente dando en el punto central de la idea del guión. Ah y para aquellos cinéfilos que piensen que ya han visto algo así antes, se debe a que Nosotros Los Nobles está basada en la película El Gran Calavera (1949) del siempre genial director español Luis Buñuel, en su época de exilio en México mientras huía del Franquismo y, la cual protagonizó el gran actor Fernando Soler.

Vale la pena ver esta producción, es divertida, es inteligente, está muy bien actuada y sobre todo viene a enseñar algo que últimamente se ha perdido: el moralizar de manera entretenida utilizando este séptimo arte como una herramienta no sólo de diversión sino también de crecimiento personal.