Elizabeth Ortiz Palacio


Cada día tomamos más conciencia de nuestra salud y tenemos en cuenta que ésta depende de la interrelación de varios factores entre ellos nuestra genética y los factores ambientales y personales. La ventajas es que algunos los podemos cambiar para cuidar nuestra salud.
No obstante, hay veces que estamos tan distraídos en otros asuntos, nuestro cuerpo da alguna señal; el problema es que a veces no le ponemos cuidado y cuando nos percatamos de esta señal de alarma, puede ser tarde.
Al buscar una buena calidad de vida, necesitamos desarrollar mejores hábitos, entre ellos: una alimentación completa, balanceada, suficiente y adecuada. Además teniendo en cuenta que haremos la prevención con o sin antecedentes familiares.
* Desorden de horarios: nos lleva a alteraciones como el incremento de peso que gradualmente llega a sobrepeso y con el paso de los años será obesidad. Entre las consecuencias se deteriora el tubo digestivo en alguna de sus partes (esófago, estomago, colon). Lo mejor es establecer un tiempo y un espacio para consumir nuestros alimentos.
* Consumo exagerado de sal: todos alguna vez observamos a la hora de comer algún comensal que al ver el salero en la mesa y sin probar la comida volea salero a diestra y siniestra. Tenemos que recordar que todo alimento por bueno que sea es dañino cuando se consume en exceso. Por eso es bueno cuidar el consumo de sal en las personas que presentan presión alta o algún problema cardíaco o renal.
* Exceso de azúcar y harinas: nos dan energía y mantienen la temperatura corporal, pero deben ser consumidas con moderación. Aunque se necesitan para realizar el trabajo físico y mental la cantidad a consumir debe ser moderada. Aquí incluimos los endulzantes artificiales porque algunos como el manitol, sorbitol o fructuosa contienen calorías.
El tamaño de las porciones de harinas recordemos sera el tamaño del puño de nuestras manos. Su exceso lleva a síndrome metabólico o a diabetes.
* Exceso de grasas: normalmente son nuestra fuente de energía. Pero cuando ingerimos más cantidad de fritos, refritos, piel del pollo, gorditos de la carne se altera el metabolismo de las grasas en nuestro cuerpo, facilitando el incremento del colesterol. Tenga en cuenta consumir grasas vegetales -aceites- y controlar el consumo de huevo al número de veces que le prescriban por semana, la leche y los derivados bajos en grasa.
* Exceso de comida: el consumo de alimentos debe cubrirle sus necesidades de energía, de acuerdo con el sexo, edad, actividad física, estado fisiológico -embarazo o lactancia- o si presenta una enfermedad crónica o pasajera. Su plan de alimentación es individual por eso es importante que consulte al médico o a la nutricionista.
Tenga en cuenta que una porción es una cantidad específica de alimentos, por ejemplo, la porción de carne es el tamaño de la palma de su mano.
Las calorías procedentes de los alimentos nos las dan los macronutrientes, así: las proteínas nos aportan 4 calorías por gramo. Las grasas 9 calorías por gramo y los carbohidratos -las harinas- 4 calorías por gramo.
* Nutricionista Dietista Clínica Universidad Nacional de Colombia y Educadora acreditada en diabetes. saludablearas@yahoo.com
"Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina sea tu alimento"
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