Jorge Enrique Pava


En repetidas oportunidades y en diferentes escenarios he sostenido que Julián Gutiérrez Botero, candidato a la Gobernación de Caldas en estas elecciones atípicas, es un hombre bueno, de buenas costumbres y con las mayores intenciones de trabajar por nuestro departamento. Y es precisamente por eso que creo que llegó engañado a esta aspiración y que lo que se ha ido encontrando en el camino lo debe tener más desconcertado que a todos nosotros.
Porque ya para nadie es un secreto que su candidatura está basada en mentiras y embustes orquestados por quienes fungen de estructura política de su campaña. Y está soportada en falacias que, muy seguramente, él no hubiera avalado ni se hubiera expuesto deliberadamente, de haberlas conocido a tiempo.
Hay que empezar por su principal aliado y columna vertebral de la campaña, el exgobernador Guido Echeverri Piedrahíta: una gran mentira a quien quisieron vender como lo más impoluto y sagrado de nuestra clase dirigente. Con el paso de los días van apareciendo más y más evidencias irrefutables consistentes en contrataciones amañadas en las secretarías de Gobierno, General, de Desarrollo Económico, de Deportes e Inficaldas, por cuantías multimillonarias orientadas a beneficiar a personas determinadas y, en últimas, a ganar algo de gobernabilidad, mucho de imagen artificial y a financiar la campaña que se avecinaba. Pero, gracias a Dios, ya pudimos revelar esta aberración, con lo que el pueblo conoció al verdadero Guido. Esta es la primera gran mentira.
La segunda radica en pregonar que el candidato no es político ni tiene ningún compromiso con políticos. Detrás de su campaña hay más personajes funestos. Reposa en mi poder la grabación de una reunión política en el municipio de Anserma, orientada por los señores Carlos Mario Bedoya y el diputado Jorge Andrés Quintero (del partido de la U, línea Lizcano) preparando el apoyo a Julián Gutiérrez, donde en uno de sus apartes el primero les dice a los funcionarios municipales que "Por orden del senador Mauricio Lizcano, nuestro jefe político a nivel departamental, vamos a empezar a hacer un seguimiento del comportamiento electoral y político de cada uno de nuestros funcionarios; y funcionario que no se ponga las pilas ya sabe a qué se va a atener". ¿No es esto una extorsión o una amenaza directa? Y en la intervención del propio Diputado, quedan en evidencia el tráfico de influencias, de puestos y de poder, persiguiendo con nombre propio a funcionarios, haciendo alarde de haber ubicado a otros y reconociendo que le puso a Guido votos en la Asamblea Departamental para obtener favores, pues "para que a uno le den, tiene que dar primero" y "yo he tenido que dar votos en la Asamblea para que Guido me ayude". (Esta grabación ya hace parte del expediente que elaboramos para poner en conocimiento de las autoridades competentes).
Por otro lado, aparecen apoyando a Julián, en representación del Partido de la U, su prima Adriana Gutiérrez Jaramillo y Óscar Iván Zuluaga (a quienes respeto y admiro). Y yo me pregunto: ¿cómo pueden representar al Partido de la U (el partido del presidente Santos), si Adriana pretende manejar los hilos del naciente partido Centro Democrático (del expresidente Uribe) y Óscar Iván es precandidato presidencial del mismo? ¿Podrán representar al Partido de la U, cuando los senadores que hoy muestran como aliados pasarán a ser sus rivales políticos a partir de la próxima semana? ¡Otra gran mentira electorera!
La tercera mentira quedó plasmada en la encuesta con la que irresponsablemente alardean sin reatos y que ha aparecido en este diario en varias oportunidades. Hay que precisar que esta encuesta no es publicada POR LA PATRIA, sino publicada EN LA PATRIA. Es decir, es publicidad política pagada, y no obedece a datos oficiales ni objetivos, sino que es un elemento más de la publicidad y que llama poderosa y deliberadamente a engaño. La verdadera encuesta es este domingo 25 de agosto. Pero como mentira o como acomodamiento de la verdad, es de gran impacto para el elector.
Por estas y tantas otras cosas que no alcanzamos a contar pero que tenemos documentadas y archivadas, podemos concluir que votar por Julián Gutiérrez es, en la práctica, votar por una mentira; es votar por la continuidad de la perversión en la administración pública; es votar por el secreto, el misterio y la manipulación en los grandes negocios del departamento; es votar por la impunidad en los actos delictuosos que cometen sus aliados; y es ratificar la patente de corso que se instauró en Caldas, donde los delincuentes dejan de serlo cuando se alían con los poderosos. Y no propiamente porque así lo determine Julián; sino porque, sin quererlo, resultó acorralado y preso en las redes que le tendieron,y porque quienes hoy le invierten altas sumas de dinero a su campaña, lo terminarán manejando a su antojo después de habernos llenado de mentiras y embustes.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015