Un Once Caldas correlón, con ganas, que no escatima esfuerzo, que lucha todo el juego, pero inocente, que se regala en defensa, y con un ataque de tres pesos.
Frente a Equidad se repitió la historia, un gol en contra arrancando el partido y se quedó con las manos vacías porque su fútbol entretenido, de dominio de pelota, es mentiroso porque no hace daño, producto de la mala conformación de su nómina.
Delanteros sin peso, sin categoría, y eso que Sergio Romero lleva 6 goles en la liga, pero es pequeño y de movimientos extraños, y ni que decir de Reynoso, Mena o cualquiera otro que ponga el técnico Hoyos, que  aportan lo mismo con altos grados de ineficiencia.
Esa ilusión que mantenía viva la hinchada se diluyó, y con la eliminación el Once Caldas cierra otro de esos capítulos para olvidar, en un año nefasto, que por fortuna parece cesar con la oportuna y esperanzadora llegada de Kenworth de la Montaña.
Igual que en el primer semestre cuando los desaciertos particularmente de los técnicos Páez y Cruz condenaron al equipo a una de las más ridículas campañas de su historia, la actual tiene mucho parecido, aunque los contenidos fueran distintos.
En ésta al menos se juega a algo, independiente de las limitaciones. En la anterior ni siquiera se sabía lo que se quería, la cabeza no funcionaba y el cuerpo tambaleaba, y sus cifras fueron el reflejo de la capacidad de sus orientadores.
Total, desastre en ambos semestres, y el lastre se verá luego en la tabla del descenso porque el promedio se bajará, y más allá del golpe que representa el no entrar en los cuadrangulares, también se lacera el sentimiento y el orgullo de sus seguidores.
Confieso no tener claro un concepto sobre el técnico Hoyos. A algunos les escucho decir que trabaja mucho y de forma convincente, mientras que otros aseguran que en el Once Caldas la labor táctica se suple con entrega y una adecuada preparación física.
Su ausencia de la ciudad en la peor etapa de crisis no fue bien vista, pero la explican en cuestiones de salud de su esposa que vive en Barcelona, y en los asuntos personales es difícil meterse así la lógica indique que no era el momento para viajar.
Lo que si deja estupefacto al más despistado fue su declaración a este diario en la que afirma que ‘mi equipo es de lo mejor que hay en el medio’. (¡plop¡ decía Condorito)… Ahí si perdone señor Hoyos, o es Usted muy conformista, sigue desactualizado de la realidad nacional, no sabe en qué país está, o lo dijo mamando gallo.
No de otra forma se entiende semejante apreciación, pues no se requiere ser un perito para detectar las inconsistencias de su plantilla, y la urgencia de contratar la que anteriormente llamábamos columna vertebral para que el grupo sea competitivo.
Hacen falta un arquero ante la lesión de Henao, un zaguero central de estatura que brinde garantías, un seis recuperador que se sienta, un volante creativo de buena técnica, y uno o dos goleadores de postín.
Ese si sería un verdadero conjunto, en el que se pueden sostener Frontini, Scaglia y Cabrera que son buenos jugadores pero que no marcan diferencia, intentando darle oportunidad a 2 o 3 jóvenes, sin ese ilusionismo de pensar que todos van a llegar.
Por todo eso me parece que su permanencia debe ser motivo de un amplío análisis sobre las conveniencias de tenerlo al frente, porque este experimento de armar un cuadro con juveniles no dio resultado, y el Once Caldas debe entrar en una fase de reestructuración total para que responda a sus nuevas expectativas.
P.D. Como se justifica que con los enanos que tiene el Once Caldas arriba, la fórmula sea el fútbol aéreo como terminó buscando el gol en el partido contra Equidad. ¡Averígüelo Vargas!
Hasta la próxima…
macotal@yahoo.com

Resto de la jornada
- Hoy: 3:15 p.m. Medellín - Cúcuta; 5:30 p.m. Huila - R. Cartagena; 5:30 p.m. Pasto - Millonarios; 7:45 p.m. Quindío - Tolima.