Hay una realidad para nuestra ciudad y es que a partir del próximo primero de febrero no circularán más por nuestras calles los vehículos de tracción animal o más conocidos como los carretilleros. La verdad es que en pleno siglo XXI no es concebible que circulen estos vehículos, especialmente en una ciudad donde la topografía no es la más favorable para que los caballos desempeñen este tipo de trabajo.

Una queja muy generalizada por parte de la comunidad, es el maltrato que experimentan estos animales y el trancón que ocasionan en las principales vías de la ciudad. Medellín le mostró a Colombia cómo podían los carretilleros dejar este oficio. En esta ciudad, los caballos fueron "adoptados" por diferentes personas y entidades, quienes se encargaron de recuperarlos físicamente y los tienen desarrollando otro tipo de actividades mucho menos exigentes, pasaron a "mejor vida", pero siguen vivos.

Igualmente a los propietarios de estos animales se les dio otra alternativa laboral; es decir, no se quedaron sin recibir los ingresos que requerían para poder subsistir. El gobierno nacional, acogiéndose al modelo de Medellín, sancionó una ley de la república mediante la cual en ningún municipio del país se podría seguir desempeñando esta actividad. Inicialmente el plazo era hasta el primero de febrero de este año, pero fue ampliado por un año más.

No sé cómo estarán los municipios para el cumplimiento con la fecha establecida. Al parecer Bogotá está en pañales y se rumora que están pidiendo, no solamente Bogotá sino otros municipios que se vuelva a ampliar el plazo. Afortunadamente Manizales va por buen camino. Ya se tiene un censo real del número de carretilleros que tenemos -son 86-. Ya se ha conversado con ellos y la mayoría quieren cambiar de actividad laboral, inclusive ya hay solicitudes para adoptar a los animales. El marco legal establecido exige que a los carretilleros se les debe colaborar para que puedan desempeñar otro oficio, que no necesariamente tiene que ser el de transportadores de carga menor.

Pueda ser que este proceso en nuestra ciudad salga adelante y estos animales no sigan sufriendo más, subiendo las cuestas manizaleñas, arrastrando unas pesadas e incómodas carretillas y no sigan ocasionando más trancones viales.

Otro punto que tiene que ver con el tránsito de la ciudad, es que se está estudiando la posibilidad de implementar las famosas fotomultas, sistema que ya está funcionando en otras ciudades del país. Cuando se tengan instaladas estas cámaras, a un conductor que cometa una contravención de tránsito, le va llegar a su casa, por correo, la foto de la infracción con su respectiva multa, infracción que si la paga antes de 10 días tiene un descuento del 50%. Pero que de todas maneras tarde o temprano tendrá que pagar, porque en el caso extremo lo hará cuando vaya a vender el vehículo, por lo que el monto a recibir por la venta de éste, será inferior a la esperada.

Pero el sistema de las fotomultas podrá tener otra utilización mucho más importante, el seguimiento a las placas de los vehículos, porque la información llegará a un sistema computarizado mediante el cual, entre otras, en caso de un robo o de un atentado, permitirá seguir la ruta de desplazamiento del carro o de la moto en el que se movilizan los agresores.

Ñapa. A los seguidores del Once Caldas se nos "apareció la virgen". Nuestro equipo del alma tenía sus días contados y todo hacía prever que no podría jugar el campeonato de fútbol profesional el año entrante por incapacidad de pagar sus compromisos económicos y atender sus obligaciones laborales. Bienvenida Kenworth de la Montaña, empresa que vino al rescate del principal generador de imagen de nuestra ciudad a nivel nacional e internacional.