Elizabeth Ortiz Palacio


La lactancia materna, a pesar de ser un acto natural e instintivo, puede verse afectada por las altas temperaturas, el sudor y la pérdida de hidratación natural. Los cambios de temperatura puede dificultar la lactancia. Aunque la leche siempre se encuentre disponible, el calor que padecen madre e hijo puede generar incomodidades. Tenga en cuenta que el bebé pedirá las tomas de leche y lo hará más veces al día debido al calor.
La leche materna es el alimento más idóneo para el crecimiento y el desarrollo del bebé. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Comités de la Lactancia Materna recomiendan a todas las madres amamantar a sus bebés, de manera exclusiva, por lo menos durante los primeros 6 meses de vida.
El bebé suele pedir leche aproximadamente cada 3 horas. Pero debido a la alteración de la temperatura, lo mejor es brindársela cuando la requiera y por el tiempo que lo desee.
El bebé no necesita ningún otro líquido durante la lactancia, pues la función de ésta es ser la fuente de alimentación e hidratación. Tenga presente que cuanto más calor haga, más tomas pedirá, aunque en menores cantidades. Esto se debe a que en la primera parte de la toma el bebé sacia su sed. Se recomienda no esperar a que llore para darle pecho y tener en cuenta las siguientes señales del bebé para pedir leche:
-Cabecear
-Sacar la lengua
-Llevarse la mano a la boca
-Hacer sonidos de llamada
De esta manera, el bebé estará siempre hidratado a pesar de las altas temperaturas.
Respecto a la madre lactante, es necesario que siga una dieta balanceada y mantenerse hidratada, pues la leche materna contiene de 85% a 87% de agua, una cantidad suficiente para satisfacer la sed del bebé, independientemente de si la madre toma menos líquido del que necesita. Sin embargo, la madre no debe consumir abundantes líquidos para mantener un adecuado nivel de hidratación.
Cuando la temperatura sube, la necesidad de hidratación es mayor. La madre se debe guiar por su propia sed y tomar líquidos en función de las necesidades fisiológicas de su cuerpo. Lo recomendable es beber de 2 a 3 litros diarios. Exceder esta cantidad no es conveniente porque se podría afectar de forma negativa la producción de leche.
La necesidad de beber agua mientras el bebé lacta puede ser mayor con altas temperaturas. Por eso, es conveniente tener a mano un vaso con agua y una botella para rellenarlo.
Es bueno buscar con antelación un lugar en el que la temperatura sea agradable para ambos. Sin embargo, cuando la lactancia se da en el interior de una vivienda, hay que evitar que el aire acondicionado o los ventiladores estén dirigidos hacia el bebé. Además, debe buscar posiciones frescas y cómodas para amamantar. Poner entre la piel de la madre y la del bebé una gasa o tela de algodón, como la muselina, para evitar la sudoración excesiva.
Conservación de la leche materna:
Un viaje o la posible indisponibilidad de la madre para lactar son factores a los que se debe prestar especial atención si se ha extraído la leche para ofrecerla al bebé en otro momento, porque se reduce el tiempo medio que puede permanecer a temperatura ambiente (8 horas). Ante este tipo de situaciones, la refrigeración y congelación de la leche son opciones cada vez más consideradas por madres y padres.
El almacenamiento de la leche debe hacerse en envases para uso alimentario. Se aconseja aplicar las debidas normas de higiene como lavar bien los envases con agua caliente y jabón antes de su uso y sellarlos después de llenarlos de leche. Los recipientes de vidrio color ámbar son los más adecuados para la congelación.
Existen bolsas especiales para lactancia. Algunas se pueden adaptar al extractor de leche. De esta forma, se simplifica el proceso de almacenamiento. Es aconsejable congelar las bolsas sobre una superficie rígida para prevenir pérdidas en caso de que se rasguen o pinchen.
ADVERTENCIA: No utilice para almacenamiento los envases para muestras de orina o coprológicos que se venden con facilidad en farmacias, no son aptos para envasar la leche materna.
*Nutricionista y Dietista Clínica de la Universidad Nacional de Colombia. Educadora acreditada en Diabetes saludablearas@yahoo.com.co
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