Habíamos quedado en Yucay, el lugar más placentero del Valle Sagrado de Urubamba y en su hotel Sonesta Posada del Inca. Desde el hotel se puede emprender un camino a pie, subiendo cuatro horas por la montaña para llegar a la Reserva Natural de Yanacocha, donde hay dos preciosas lagunas: Yanaqocha y Quellococha. Al lado del hotel hay una iglesia colonial, la de Santiago Apóstol, construida en 1650 y cuyos altares están cubiertos de panes de oro.

La provincia de Urubamba es una de las 13 que forman el departamento de Cusco. El valle se encuentra a 2.875 metros sobre el nivel del mar, altura que le asegura un clima agradable, ni muy caliente ni muy frío. Las cordilleras Central y Oriental de los Andes circundan el valle desde el cual se ven los nevados de la cordillera de Vilcanota. La ciudad de Urubamba es una de las más bellas del valle. Ya sé que le estamos dedicando mucha tinta o sea mucho Internet a este Valle; se lo merece, era el Valle Sagrado y lo escogieron como el lugar más placentero para construir las moradas de descanso del emperador. En este valle se cosecha el mejor maíz del mundo.

Ya era hora de emprender nuestra ruta, a pie, por las montañas hasta llegar a Machu Picchu. A este mágico lugar se puede acceder por la carretera del valle, luego se toma el tren para un corto trecho y se llega al poblado de Aguas Calientes donde un bus sube a los visitantes por una carretera muy empinada, toda ella hecha de curvas. Este es el itinerario normal de los visitantes. Así lo hice en 1992 con motivo de los 500 años del descubrimiento de América. Ahora, al cumplirse, (el año pasado), los 100 años del "descubrimiento" de Machu Picchu, por Hiram Bingham, hicimos a pie la afamada Ruta del Inca, considerada como uno de los más bellos "trekking" del mundo. Y digo hicimos, porque me acompañaba Wilfredo Garzón, montañista y explorador colombiano, guía de turismo para muchos itinerarios de selva, Llano y montañas de nuestro país.

Las agencias de viajes del Perú, que no son centenares sino miles, ofrecen varios itinerarios a pie hasta la ciudadela. En Cusco, en el centro de la ciudad, se puede decir que en cada manzana hay por lo menos 10 agencias. Y las hay de todo tipo. Las autoridades recomiendan fijarse bien a la hora de elegir pues tratándose de aventuras por las montañas es preciso contratar empresas serias y responsables. Nosotros íbamos invitados y nos recomendaron Sas Travel, que resultó ser magnífica, especialmente por el guía que tuvimos, llamado Isaac Andrade Covarrubias. A lo largo de la travesía de cinco días aprendimos a conocerlo y admirarlo: es nativo peruano, solo habla quechua en el campo; quería ser guía y aprendió castellano, acabó bachillerato, aprendió inglés, para ser guía hizo cinco años de universidad. Quiere tener su propia empresa, es alegre, duro, trabajador.

Tratándose de Machu Picchu y su entorno las agencias ofrecen varias rutas, todas llamadas Rutas del Inca. Una, la más conocida y la que parece acaparar el nombre, sigue los caminos de piedra que hicieron los incas. Recordamos en su momento que la red de caminos de los incas alcanzó 20.000 kilómetros desde Chile hasta Ecuador. No todos los espléndidos caminos de piedra fueron hechos por los incas. Los Waris, sus predecesores lejanos, ya habían adelantado trabajos en este aspecto. Pero, eso sí, el mayor porcentaje del kilometraje se debe a los incas.