La semana pasada se celebró en Manizales el XV Encuentro Nacional de Directivos Docentes de Colombia, donde se dieron cita unos 400 profesionales de la educación convocados por Asodic para disertar sobre las políticas públicas del sector educativo y su incidencia en la calidad de la escuela; dichas reflexiones fueron guiadas por las ponencias de conferencistas de talla nacional e internacional y contaron con la presencia de delegados de la Federación Colombiana de Educadores (Fecode), del Congreso de la República, del Ministerio de Educación Nacional y de los propios directivos docentes; ¿qué dejó este congreso y cuál podría ser su principal conclusión?, se preguntará la opinión pública, permítanme sintetizarlo de la siguiente manera: con excepción del Ministerio de Educación Nacional, los demás actores de este congreso coincidimos en afirmar que los diseños de las políticas públicas que en materia educativa se desarrollan hoy, en Colombia, no corresponden a los requerimientos de la escuela, entendida ésta como estudiantes, profesores y padres de familia; además, hemos podido encontrar la causa de este desajuste, se trata de que la disciplina fundamental de la escuela es la pedagogía y, así lo desarrolla buena parte de la Ley General de Educación o Ley 115 de 1994, mientras que las políticas que se aplican hoy en el sistema educativo colombiano están articuladas con requerimientos ya no desde la pedagogía, sino desde la economía o la hacienda pública, este planteamiento se complementa perfectamente con la idea que desarrollamos en el artículo anterior cuando hablamos de que la educación en Colombia se concibe constitucionalmente como derecho, pero se desarrolla como un servicio. Para ilustración de los lectores veamos solo algunos ejemplos que evidencian esta desarticulación, entre el Deber ser y el ser de la educación en nuestro país:

 La ley general de educación plantea el nivel de preescolar de tres años y el MEN solo reconoce el grado de transición, es decir, los niños de Colombia que asisten a la educación oficial solo pueden tener un año de educación preescolar, los que asisten a las escuelas privadas gozan de tres años en este nivel de formación.

 La ley general propende por el desarrollo integral de los estudiantes en sus dimensiones físicas, deportivas, artísticas, éticas, políticas, académicas, morales, científicas y técnicas; en tanto que en el desarrollo de la política concebida en la ley 715 de 2001, en Colombia no hay posibilidad de contar con profesores de educación física y artística en las escuelas oficiales.

 Mientras la escuela demanda profesionales con sólida formación pedagógica, en Colombia el ingreso a la carrera docente está abierto a todos los profesionales, cualquiera sea su formación y su disciplina de pregrado y sin requerimientos pedagógicos a nivel de posgrado.

 Se acaba de decretar la gratuidad universal de la educación preescolar, básica y media en Colombia como una estrategia para aumentar la cobertura y disminuir la deserción; según datos estadísticos de Caldas, Manizales y muchas otras regiones de Colombia, en los últimos dos años hemos tenido los niveles de cobertura más bajos de todos los tiempos.

Son solo algunos ejemplos que dan cuenta de la desalineación y falta de cohesión entre las políticas públicas y los propósitos misionales de la escuela en Colombia, en tal sentido urge que el Congreso de Colombia programe entre sus responsabilidades parlamentarias, un ejercicio de control político para analizar los nefastos efectos que la aplicación de la ley 715 ha dejado en las escuelas oficiales del país.

Colofón:

Permítanme ocupar unas líneas para expresar en nombre de la docencia directiva del país y del departamento nuestros sentimientos de tristeza por el fallecimiento del colega y amigo Reinaldo Avendaño Garzón, un hombre a quien en vida le tributamos sus merecidos homenajes y quien nos entregó grandes lecciones que hoy gravitan en la enciclopedia de nuestra vida. ¡Fraternal saludo a su esposa, hijos y familiares y, que Dios que les dio tan grande hombre, ahora les provea de su espiritual compañía!