La etapa de formación incluye el oficio de estudiar, si es que puede denominarse así el hecho de prepararse académicamente para las etapas posteriores de la vida. Es una de las más importantes fases por las que transcurre un ser humano que desea ascender dentro de la pirámide social que le alberga y en consideración a las oportunidades que se ofrecen.

Como grupo social, los estudiantes han promovido y desempeñado importantes acciones para beneficio de los demás miembros de la sociedad, se recuerda en época reciente, una decisión de estudiantes que se hizo masiva dio lugar a la convocatoria de la Asamblea Constituyente de 1991, que terminó con la aprobación y luego confirmación en elecciones generales de la Constitución de la República, vigente en la actualidad.

Vale mencionar la participación de los estudiantes, que no fueron los únicos como erradamente se cree, en los días previos al 10 de mayo de 1957 cuando el general Gustavo Rojas Pinilla entregó la Presidencia.

Han sido importantes en los hechos regionales, locales e institucionales, en los cuales han actuado en los diferentes segmentos territoriales para resolver sus problemas, o como acompañantes de otros grupos sociales.

Ahora es necesario que los estudiantes adopten una forma de análisis y promoción de sus propuestas en el manejo de las dificultades que tiene una sociedad determinada e inclusive que puedan direccionar soluciones a sus propios problemas.

Estudiar es una misión trascendental que requiere la dedicación de las personas que asumen estas tareas. Deben ser conscientes de lo que se espera de ellas y de lo que ellas pueden ofrecer una vez hayan concluido su período formativo. Entre la teoría de una educación de elevada calidad y las realidades de la misma existe, lamentablemente, una amplia brecha, la misma que de forma improcedente se establece entre la que se recibe en instituciones privadas y las estatales.

La educación debe tener una base igual, la ciencia no tiene diferencias, en quienes estudian bajo la égida del Estado y quienes lo hacen bajo la privada. Indudablemente cada institución impondrá su sello formativo, estrategias, en cada estudiante y con ello se dará origen a las Escuelas.

Un estudiante no puede estar restringido en la forma en que adquiere el conocimiento y menos en cómo lo renueva permanentemente. Hoy se imponen métodos dinámicos, muy rápidamente reemplazados por el avance de la moderna pedagogía, acordes con los desarrollos de las personas que viven en un ambiente cada vez más distante del día anterior.

Aunque hay núcleos de estudiantes que pasan su vida de estudio de una manera aislada del entorno y están enfrascados en la academia directamente o a través de la informática, que lo abarca todo.

Ahora se conoce la participación de los estudiantes mexicanos en la campaña para elegir al próximo presidente. Piden que las reglas publicitarias de los candidatos sean iguales y solicitan que la información sobre quienes aspiran al cargo del Ciudadano Presidente esté en todos los medios. Una posición que puede ser inducida políticamente por algún sector, pero que es lógica y beneficiará a todos los habitantes de ese país.

Sin embargo, en lo local hay un vacío en cuanto a los temas que atañen y comprometen a la sociedad. Una posición estudiantil sobre un determinado tema jamás debe implicar violencia de ninguna clase, ni propia de los estudiantes, ni estimulada por los docentes o directivos. Las ideas, las propuestas y las controversias no requieren de agresividad física ni psíquica, solo necesitan franqueza y tolerancia.

Todos los estudiantes tienen la obligación de analizar sus problemas institucionales, locales, regionales o del país, según una escala de compromiso que depende del desarrollo cognitivo de cada uno de los integrantes del grupo, estableciendo una generalidad propia.

Nada más perjudicial para la formación que la pasividad. Es una obligación de los docentes romperla, comenzando por la propia.

Nota: Se imponen las decisiones para un hospital universitario.