Los datos de inversión extranjera en Colombia dan cuenta que no solamente están en unos niveles históricos y continúan creciendo, este año lo hicieron en un 5,5% en el primer semestre, sino que también están impactando la dinámica empresarial.

En efecto, mucho se dice que la gran cantidad de inversión extranjera está dirigida a la extracción, tanto en cuestión petrolera (39%) y minera (21%), es decir, un 60% de los recursos de extranjeros que traen para invertir en el país están destinados a los sectores minero y energético. Pero el otro 40%, que también es una gran cantidad de dinero, para el 2014 se espera llegar a unos 6.400 millones de dólares, que están irrigando múltiples sectores de la economía en emprendimientos muy variados. Y esto sí que es importante, pues es sangre nueva que le está entrando a la economía nacional, es un emprendimiento nuevo que está forjando empresa en nuestra nación y generando empleo formal.

Colombia fue tradicionalmente una sociedad bastante cerrada para las migraciones de otros países y con muchos controles para la inversión extranjera. Todo ello nos volvió un país con poca comunicación real con el resto del mundo. Ahora con la globalización, la flexibilización de los mercados, los tratados de libre comercio, la reducción de las barreras… nos están exponiendo a la influencia extranjera. ¡Qué bueno! Generan empleo y dinamizan la innovación empresarial con nuevos conocimientos aplicados.

Estamos iniciando un proceso bien interesante, que no tendrá retorno, y que seguramente generará cambios estructurales en nuestra economía y nuestra forma de hacer empresa.

El nombramiento del ejecutivo Bruno Seidel como nuevo gerente de la Industria Licorera de Caldas es realmente un gran acierto. Bruno es una persona que tiene en el corazón la región, que la conoce muy bien y que ha demostrado transparencia, eficiencia y alto profesionalismo en los cargos que ha desempeñado. Recuerdo cuando le devolvió a la ciudad de Manizales la confianza en los procesos de valorización, con la construcción del tercer carril a La Nubia. Igualmente, en varios años de gerencia cuidadosa de la Chec, ya en manos en EPM, mostró como era un excelente patrimonio y lo puso a rentar y elevar su eficiencia en la prestación de servicio eléctrico. Igualmente así lo demostró en Gas Natural y en Aguas de Manizales.

Tiene tres retos muy precisos en el manejo de la empresa: mantener los precios, pues ello le asegurará que mantendrá competitividad y participación en un mercado en el cual aún se ha presentado reducción de precios por parte de algunas licoreras, por ello, no debe caer en la equivocación de aumentarlos para mejorar los resultados. En segundo lugar, la Licorera ha demostrado tener marca y producto, por ello se debe focalizar de manera muy seria en el mercadeo, pues con la apertura, los nuevos licores, los movimientos en los gustos de los compradores y la competencia, hay que saber cómo llegarle a los consumidores. En tercer lugar, hay que elevar la eficiencia de la planta, y ello pasa por un manejo de reducción de costos, que debe buscar con mejores negociaciones con los proveedores y por el adelgazamiento de la planta. Todo lo que gane en estos aspectos le permitirá tener mejores resultados.

Muchos éxitos a Bruno en su nuevo desafío en la Licorera. Se encontrará con muchos intereses complejos, pero seguramente sabrá hacer lo más indicado para el fortalecimiento y crecimiento del banco del departamento.