Cine de hoy

Twitter: @leonardopineda

“Lo que ha estado persiguiendo a mi familia no ha acabado aún con nosotros”
Lorraine Lambert

James Wan sabe asustar, él tiene claro qué es lo que hace que el espectador brinque de la butaca con una inesperada aparición o con un sonido justo en el momento indicado. Ya lo logró con El Conjuro, ya lo había hecho con Insidious, pero ahora con Insidious 2 o como se conoce acá La Noche del Demonio 2 nos metió en otro cuento aún más asustador. Lo que hace el director es adentrarnos en ese universo paralelo en el que los muertos coexisten con los humanos, ellos desde la oscuridad y con momentos en que se dejan ver ante los aterrados vivientes. Ya en Insidious nos había mostrado ese inframundo, ese purgatorio donde la oscuridad reina y el escenario se parece muchísimo a la realidad, con la diferencia que las almas lo habitan apegados a sus mundos pasados donde siguen encadenados por cualquier motivo.

Esa oscuridad es aterradora, ese posible mundo que se mezcla con el nuestro porque sigue teniendo muchas cosas en común, es trabajado de manera genial en esta saga. De pronto esta segunda entrega tiene algunos momentos de humor que alivianan un poco la tensión generada por las situaciones presentadas en la trama, pero son bien logrados y la diferencia con películas como El Conjuro es que el susto no se queda en un momento “mecánico”, sino que el miedo se va a alojando en el interior del espectador y eso incrementa la intensidad de los acostumbrados sustos del señor Wan.

Insidious 2 entonces se argumenta y se sostiene en la primera entrega para desarrollar su guion y más que ello se apoya en factores muy importantes que pudieron haber sido retomados en el desarrollo de la segunda parte, que no contaba con el éxito arrollador que iba a tener la parte uno, sin embargo no se ve forzado, fluye gracias a la magia de su creador. Apuesto entonces que muchos de los que han salido del teatro han ido corriendo a buscar la primera parte de la película ya sea porque no la hayan visto o no recuerden algunos puntos que  siendo muy importantes son retomados en la segunda parte. Estamos en octubre, hay que seguir asustándonos con esas historias que  se cuentan levantando los pies y encogiéndose de hombros… porque todavía nos asustamos con el cine de hoy.

Nota: Lamentable la decisión de las distribuidoras nacionales de cortar las alas de la película Amores Peligrosos de Antonio Dorado, decidieron cortar la exhibición limitando a un gran número de espectadores de tener esta opción de otro tipo de cine durante esta época; sobre todo se nota el poco apoyo a nuestra cinematografía nacional con una industria que simplemente si no tiene quien la vea, caerá irremediablemente.