CINE DE HOY

leonardopinedatanaka@hotmail.com.

Las fórmulas funcionan, de eso no cabe la menor duda. Cuando se tienen los ingredientes perfectos y la combinación final generan un excelente producto, pues es obvio que la fórmula se repite. Lo que pasa realmente es que muchas veces el producto cambia y deja de ser novedoso o sabroso como la primera vez que se probó. De ahí que cada vez que se realice, así se base en la fórmula original, la nueva receta requiere innovación en algunos componentes. Eso lo hemos experimentado miles de veces en el cine. La fórmula funciona y de inmediato se hace una serie de películas basadas única y exclusivamente en el éxito original, lo que todos sabemos es que por lo general nunca se repite el éxito de la primera, contadas excepciones. Cuando Taken (Búsqueda implacable) funcionó en las taquillas, el veterano director francés Luc Besson se imaginó la continuación de la trama, muy por el estilo de todas sus películas, llena de acción, asesinatos, persecuciones y escapes de infarto, la acogida del público ante una historia con unos toques de cruda realidad y un antihéroe con características salvadoras fue más que suficiente.

Es que el éxito de Taken (la primera) radica precisamente en la identificación del espectador ante el evento que se enseña en la película, todos pensamos que reaccionaríamos exactamente como lo hace Liam Nesson, eso sí teniendo entrenamiento de la CIA.

Retomando entonces algunos elementos de la historia original, ahora en Taken 2 la acción transcurre en Estambul, pero no en el que se les enseña a los turistas, sino en las entrañas de una ciudad caliente, caótica y desesperante. Los malos, al igual que en la primera entrega, son muchos e irán cayendo poco a poco, recibiendo su justificado merecido. La adolescente antes abducida ahora se convierte en ficha clave para, a través de planos y ubicaciones, ayudar a su padre en la nueva misión. La película es muy entretenida, sobre todo para quienes disfrutamos la primera entrega y conocimos un poco al agente retirado Bryan Mills junto algunos de sus métodos suspicaces y bastante efectivos. Sin embargo, no tiene esa misma magia de la entrega anterior, se va más por el desarrollo narrativo presentado en la Trilogía de Bourne, que de la mano del director OlivIer Menaton nos pone en primera fila ante la trepidante acción que genera una verdadera búsqueda implacable.