María Carolina Giraldo


Ha quedado en el ambiente la impresión de que la medida de implantar la restricción de pico y placa a vehículos particulares no le ha gustado a la ciudadanía, ni a los generadores de opinión, ni a los gremios, ni a otra organización de aquellas denominadas "fuerzas vivas".
En el año 2009, la Administración Municipal, sustentada en un estudio de la Universidad Nacional, tomó la decisión de levantar la restricción de pico y placa en el centro de la ciudad por considerar que la medida no generaba un impacto positivo sobre la movilidad en la zona y restringía las posibilidades de intercambios comerciales y sociales de la misma.
Según los resultados de la última encuesta de percepción ciudadana realizada por Manizales Cómo Vamos, el 42% de las personas consultadas se moviliza en buseta, el 21% en moto, el 17% a pie, el 11% en vehículo particular y el 3% en taxi. Los datos arrojados por la investigación también muestran que para el 74% de los indagados, con relación al año pasado, el trayecto hacia el trabajo o estudio tarda el mismo tiempo.
Por su parte, el Plan de Movilidad realizado por la Universidad Nacional entre los años 2010 y 2012 ha dejado en evidencia que el taxi es el mecanismo más rápido para transportarse en la ciudad, así mismo, ha demostrado que el servicio público urbano de buses y busetas es el más deficiente, debido a su esquema operativo que no permite tener control ni gestión y por la gran cantidad de paradas que efectúan en su recorrido. Vale la pena anotar que la Universidad Nacional ha realizado en Manizales estudios de movilidad en los años 2001, 2003, 2005 y 2010-2012, en estos últimos ha desestimado la medida de pico y placa como una acción de política pública encaminada a mejorar los flujos de vehículos y peatones en la ciudad.
En este contexto, los habitantes de Manizales estamos siendo víctimas de una fila interminable de busetas vacías que recorren la ciudad parando varias veces en una misma cuadra, ocupando el carril izquierdo para sobrepasar a otro carro, muchas veces de servicio público, incluso de la misma empresa, para volver a parar, por tercera o cuarta vez, en la misma manzana.
Así las cosas, el problema de movilidad de los taxistas no son los vehículos particulares, son sus colegas de buses y busetas. Adicionalmente, los manizaleños no usan los taxis, a pesar de ser el servicio más rápido, porque no presenta la mejor relación costo beneficio. Por lo tanto, la medida de pico y placa no contribuirá a mejorar la movilidad en las zonas afectadas, ni los ingresos de los taxistas, grupo de presión que ha liderado la toma de la decisión por parte de la Administración Municipal.
Parece ser un hecho que Manizales no necesita el pico y placa y eso ha generado en la ciudadanía la percepción de que se puede imponer una medida restrictiva para favorecer los intereses de un grupo bien organizado. No es la primera vez que la ciudad toma una decisión de política pública sin tener en cuenta todas las variables del proyecto, o por lo menos las fundantes, las primordiales, porque siempre habrá detalles que se puedan escapar. Esta situación ya se ha podido constatar en proyectos de mayor tamaño e impacto como el TIM, el Aeropuerto del Café y la renovación Urbana de la Comuna San José, donde se han puesto en marcha acciones y modificaciones apresuradas sin contar con todos los datos, hechos, escenarios y medidas de planeación necesarias.
A pesar de todo lo anterior, este debate ha generado acciones positivas como la movilización ciudadana para exigir a las autoridades soluciones estructurales en materia de movilidad. Así pues, vuelve a estar en la agenda pública la necesidad de implementar, cuanto antes, un sistema real integrado de transporte donde se cuente con rutas estratégicas, paraderos establecidos, coordinación entre las empresas transportadoras, tarifas únicas por trayecto origen destino, servicios amables y confiables, entre otros. Así mismo, la discusión sobre el pico y placa ha servido de plataforma para hacer una autocrítica, muy necesaria, sobre la forma cómo nos comportamos en el espacio público y las debilidades y retos que tenemos en materia de cultura ciudadana.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015