Jorge Enrique Pava


Arranca hoy con todas sus fuerzas nuestra Feria de Manizales. Llegar a la feria número 58 no es tarea fácil, y mucho menos manteniendo el prestigio y el interés de propios y extraños y ofreciendo espectáculos nuevos y tradicionales que obligan a que los ojos del país se vuelquen para admirar esta ciudad.
Hay que reconocer el gran esfuerzo que se hace desde el Instituto de Cultura y Turismo para integrar todos los sectores manizaleños y para llevar espectáculos hasta gran cantidad de barrios y veredas, además de entregar eventos gratuitos de altísima calidad en los escenarios céntricos acostumbrados.
La prensa nacional; artistas internacionales; reinas de varios países; eventos deportivos; y un cartel taurino que envidiarían las mejores plazas del mundo es parte de lo que se entrega desde hoy para el disfrute de una ciudad que merece espacios de solaz y entretenimiento, y de una región que, a pesar de haber sido golpeada sin compasión por eventos políticos que repercuten en el normal desarrollo de sus actividades, merece también ser destacada por la cultura de su gente y por la amabilidad de sus habitantes.
Porque el ambiente que se respira en la Manizales ferial es un ambiente especial: es un ambiente de fiesta, de relax, de altruismo, de solidaridad. Es un ambiente que hace olvidar todas aquellas tribulaciones que nos depara lo cotidiano y nos ubica dentro de una especial calma que nos da el aliento para empezar un año con energía y optimismo.
Y este año en particular las ferias parecen haber empezado con anticipación. Hacía mucho tiempo que la ciudad no se veía tan llena de turistas y de su propia gente en los preámbulos de sus fiestas anuales. Eso nos hace mirar también con optimismo y esperanza un hecho que hoy se siente: la presencia de los propios manizaleños para servir de anfitriones a los miles de turistas que ya empezaron a arribar a la ciudad, cosa que es de resaltar, pues significa que estamos retornando a ese sentido de pertenencia que dormita dentro de los ciudadanos y que tenemos que despertar como una especie de prólogo para la recuperación de la confianza en nosotros mismos y el impulso de las cosas positivas de Manizales.
Ya huele a flores, a bota y a manzanilla; huele a ese aroma español del que está impregnada nuestra feria y que la hace tan especial; huele a viandas callejeras, a frutas picadas, y a asados y condumios caseros; huele a jolgorio, risas, fiestas y amistad. Huele a Manizales, en su máxima expresión.
Desde hoy se viste de gala nuestra Manizales de malva y se presenta ante el mundo entero como esa ciudad que hizo las ferias en América. Desde hoy empieza a retumbar el nombre de Manizales en la prensa nacional y los manizaleños, orgullosos, a mostrar como se debe a una hermosa ciudad que está preparada para atender esos ríos de gente que, después de diez días de feria, no querrán dejarnos o se irán con la esperanza de regresar muy pronto.
Sea esta la oportunidad para reconocer a los organizadores de esta feria por la diversidad en su programación. Si las cosas salen como están en el papel, tendremos una de las mejores ferias en la historia, pues se nota la preocupación por darle ese tinte internacional y el esfuerzo con el que se han incluido a artistas nacionales y regionales para que se muestren en ésta, su vitrina natural, y puedan darse a conocer en el mundo del espectáculo.
A los manizaleños que permanecen en su ciudad durante los días de feria también hay que agradecerles. Estos eventos los engrandece la presencia de la gente y hoy los vemos con más amor por su tierra y más disposición para divertirse en lo suyo y hacer parte de ese grupo de personas que gozan orgullosos de su propia idiosincrasia.
Y a los visitantes que nos acompañan y también hacen parte de esta feria, un saludo de bienvenida. Esta es la ciudad de las puertas abiertas y la tierra de la amabilidad, la cultura y la decencia. Aquí encontrarán unas fiestas diferentes donde se puede disfrutar en familia, parrandear con tranquilidad y gozar con soltura. Aquí encontrarán una óptima forma de descansar y disfrutar.
Por ultimo, a la Fuerza Pública un reconocimiento muy especial. Sin su presencia y los esfuerzos para entregarnos una ciudad segura, muy difícilmente se podría desarrollar un evento de esta naturaleza.
¡A gozar pues, que se prendió la feria! ¡Y olé!
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015