Esta época navideña es también época de atracones (excesos en bebidas y comidas). La alimentación excesiva no es saludable y menos, si se sobrepasa también con el alcohol. Su combinación puede tener consecuencias indeseables, incluso podrían empañar la alegría de las fiestas. Por eso, es importante prestar atención especial a los hábitos alimentarios.
Consecuencias de los excesos alimenticios
1. Digestiones pesadas. Las salas de urgencias de hospitales y clínicas se llenan de invitados demasiado "hartos". Si se excede con la cantidad de calorías que se ingieren el sistema digestivo se va a resentir, ya que su capacidad y funcionalidad son limitadas. Por lo tanto, conviene no abusar de las comidas. Se estima que el menú navideño triplica la ingesta de cualquier dieta equilibrada. Una de las molestias más comunes en estos días es la indigestión, sus secuelas no son nada glamourosas: sensación de pesadez, dolor abdominal, ardor, acidez e incluso, diarrea o vómito.
2. Incremento de peso. Con tanta variedad de alimentos, no todos controlan la cantidad que se comen. El ojo tiene más capacidad que el estómago. Las comidas cocinadas con tanto amor dejan huellas notorias como las calorías. Índice de que se iniciará el año con más peso. Sobrepeso que algunos mantendrán por el resto del año, motivo aún más preocupante. La obesidad no cesa de aumentar en el mundo y sus efectos sobre la salud son muy conocidos.
3. Daños atribuibles a las bebidas alcohólicas. En la mayoría de las reuniones es frecuente beber alcohol y la ingesta energética aumenta. Se dice que "dentro del grupo es permisible beber más que los demás, pero nunca beber menos". Después vienen el guayabo y la resaca (tema que ya hemos tratado). El alcohol eleva las tasas de mortalidad en estas celebraciones. Además de sus altos niveles de calorías, estas bebidas pueden generar intoxicaciones y síndromes cardíacos relacionados con eventos cardiovasculares. Al ser el alcohol una sustancia adictiva y tóxica, esta implicada en infinidad de problemas sociosanitarios (agresiones, violaciones, atropellos, suicidios, etc.), afecciones gastrointestinales, enfermedades cardiovasculares, pulmonares y musculoesqueléticos. El alcohol esta relacionado con más de 130 enfermedades. Además, beber delante de los hijos implica ofrecerles un mal modelo de comportamiento porque los niños y adolescentes miran y copian. Esta época es propicia para que comiencen a beber.
4. Más episodios cardiovasculares. El fin de año, pese a que es un momento mágico de encuentro con los seres queridos, se asocia con un aumento significativo de las muertes por eventos cardiovasculares. Sobre este riesgo influyen muy diversos factores como la alimentación. Resulta juicioso evitar los excesos. Los menús navideños, al ser hipercalóricos, vienen acompañados de una alta cantidad de "nutrientes conflictivos": grasas saturadas, grasas trans, azúcares y sodio (la sal).
Las personas con buena condición aeróbica son más resistentes porque tienen menor riesgo de sufrir enfermedades del corazón. Por eso es recomendable evitar la silla, el sofá, la cama o la hamaca y salir a buscar una buena caminata.
Esta temporada de fin de año y comienzo de uno nuevo es perfecta para mejorar nuestra salud a través de la alimentación. Ser conscientes de lo que comemos es útil para mejorar nuestra salud en Navidad.
Prestando más atención a lo que ingerimos podemos realizar pequeños cambios que marcarán a corto, mediano o largo plazo una gran diferencia sobre nuestra salud y prevenir las nefastas consecuencias de seguir un estilo de vida poco saludable.

*Nutricionista Dietista Clinica
Universidad Nacional de Colombia
Educadora acreditada en diabetes
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