Los resultados de la crisis institucional y política asociada a la aprobación de la fracasada reforma a la justicia, comienzan a producir efectos en el ámbito de los futuros escenarios político-electorales; aunque pareciera que el único que considera que la crisis se resuelve solo con una estrategia de comunicación es el gobierno -ojalá el Presidente no esté ya sufriendo del ‘encerramiento’ en que terminan los gobernantes en el poder-.

Está en camino la conformación de tres o cuatro coaliciones político-electorales hacia el 2014.

De una parte las posibilidades de un segundo mandato del Presidente Santos, están por el momento enredadas, aunque no debemos olvidar que la memoria de los votantes es bastante olvidadiza para estos efectos. Sin embargo no es claro que la coalición de Unidad Nacional se mantenga sólida hasta las elecciones del 2014 y son esperables fracturas en varios de estos partidos, entre uribistas y santistas, especialmente en los partidos Conservador y en la U. En esta coalición es claro que el candidato sería el Presidente Santos para su reelección, o eventualmente Germán Vargas Lleras si la popularidad del Presidente no logra recuperarse.

El lanzamiento esta semana por el expresidente Uribe y sus amigos de la propuesta política del movimiento denominado del "Puro Centro Democrático", sin duda va a generar erosiones en el campo de la centro-derecha política que ha acompañado al Presidente Santos y que se expresa en la Unidad Nacional. Personalmente preferiría que esta propuesta fuera claramente la expresión de una derecha política civilizada, que canalice la opinión nacional que comparte esas tesis y que se requiere en la democracia colombiana. Esta propuesta anda a la búsqueda de candidato presidencial y no es fácil encontrar un nombre atractivo y de arrastre, porque lo que hasta el momento han mostrado las experiencias electorales es que no es suficiente el apoyo del expresidente Uribe para garantizar el triunfo.

En el campo de la izquierda, igualmente hay propuestas para que se unifiquen alrededor de una coalición de centro-izquierda con un único candidato, sin embargo esta posibilidad, que ante el eventual fraccionamiento de la centro-derecha en las propuestas que apoyarían Santos y la que apoyaría Uribe, tendría opciones de ganar, en la realidad es poco probable que se dé, por cuanto esto sería re-editar lo que se dio en el pasado en que se trató de juntar una izquierda más próxima a una posición socialdemócrata, con la izquierda marxista, más tradicional y con propuestas y posiciones más radicales. Es más factible que hayan dos candidatos, uno cercano al proyecto de la Marcha Patriótica que representaría la izquierda más tradicional y otro más próximo al Movimiento Progresista que trataría de atraer los votantes del centro.

Pero lo que sí se evidencia desde ya es que la disputa de todas las propuestas políticas es tratar de atraer y seducir con sus propuestas y especialmente con sus candidatos, al centro político donde se sitúan la mayoría de los votantes, que tienen cierta aversión a los radicalismos de derecha, así como a las aventuras de propuestas radicales de izquierda.

Seguramente temas como el de guerra y paz, cómo luchar efectivamente contra la pobreza e inequidad, el combate a la corrupción y el tema del desarrollo regional y la descentralización -en lo que hemos retrocedido en este decenio- van a estar en la agenda del debate en el 2014.