Esteban Jaramillo
LA PATRIA | Manizales

¿Cómo ve al Once?... ¿le gusta?... ¿qué le falta?... ¿ve bien la nómina?... ¿aprueba a Núñez ... ¿Sachi es el hombre?
Son recurrentes las preguntas que se plantean los hinchas en sus corrillos de fútbol, inciertos sobre el futuro deportivo del Club, conscientes de que  los trances amargos de la quiebra administrativa y financiera ya son historia, por cuenta de la Kenwoorth.
Es la hora justa para pronosticar, pero no para evaluar porque la competencia no comienza y es en ella en la que se hace, resultados incluidos, la real valoración del juego y sus protagonistas. Hay nómina; no hay equipo.
Gusta el Once porque se arma con un grupo de obreros, sin renombre y sin chapas, que, vistos los primeros entrenamientos, plantean como virtud básica tenencia y manejo inteligente del balón, herramienta vital para los equipos con ambiciones.
Esta por ensamblarse el grupo a través de la idea de juego, aplicada al módulo preferido por su entrenador y sus asistentes. Necesario resulta, con trabajo y método, hacer  compatibles bloques, líneas y jugadores, para crear con ellas sociedades constructivas.
Se ve en el libreto el propósito de relanzar el lateral atacante, con profundidad en su juego; el volante central filtro con respaldo constante al cuatro de fondo y salida al primer toque; la presión intensa  en la recuperación del balón, por ahora, ante las carencias físicas, en el segundo tercio y la ocupación de espacios a perfil propio o cambiado.
Se ensayan fórmulas y se reacomodan jugadores, buscando sintonía entre ellos y sus virtudes. Falta, falta mucho. Se verá entonces la tarea del estratega para poderlo calificar. La nómina no es de lujo.
Hay jugadores que son aún una incógnita, pero injusto es atacarlos hoy, sin que ruede la pelota. Los mensajes negativos a esta altura son un taladro ruidoso en el oído de los aficionados, que se interpretan como el comienzo de una lucha que será fragorosa y desestabilizadora de los viudos del poder y sus “asociados”.
Núñez no es un enganche clásico por el medio, es volante externo con profundidad en el pase y buen golpe al balón. Será útil, pero no imprescindible. Tendrá que explicarle a la ciudad si es verdad o no que al marcharse despotrico de ella, algo que, de ser cierto, nos duele y merece una disculpa.
En el Once Caldas hay razones para creer, mientras llega el tiempo de jugar… y mucho por hacer y trabajar.
PD. Gran fiesta la Feria de Manizales. Feria y fiesta del pueblo. Orgullo de todos. Pero que bueno sería que se moderaran los ruidos ensordecedores en casetas y conciertos, en zonas residenciales.