Si aceptamos que la educación es el elemento esencial que permite hacer la diferencia en una sociedad, vale la pena revisar lo que ha pasado con la calificación de la educación en la ciudad en los últimos días. Por un lado, están los resultados del pilar de educación superior en la medición del índice de competitividad nacional, en el cual el Departamento obtuvo el 4° lugar -entre 22 departamentos-; este pilar mide el desempeño en cobertura, tanto en educación superior como en programas técnicos y tecnológicos y de capacitación, calidad de las instituciones de educación superior y el dominio de un segundo idioma; los tres primeros lugares en este pilar fueron para Bogotá, Santander y Boyacá. Por otra parte, está el resultado de las pruebas PISA, donde Manizales obtuvo el primer lugar por encima del país y de las otras tres ciudades que eligieron, de manera voluntaria, ser evaluadas, Cali, Bogotá y Medellín.

¿Por qué a Manizales le fue menos mal en las pruebas PISA? Es el titular de un artículo en El Espectador el 10 de diciembre pasado <www.elespectador.com/noticias/actualidad/vivir/manizales-le-fue-menos-mal-pisa-articulo-463202> en el que la columnista retoma eventos e iniciativas de ciudad de los últimos diez años, como los programas Escuela Nueva y Escuela Activa Urbana, el primero en el ámbito rural liderado por el Comité de Cafeteros de Caldas y el segundo liderado por la Fundación Lúker en alianza con la Alcaldía de Manizales. De las 57 instituciones públicas de Manizales, las 16 rurales se benefician de la "Nueva escuela", mientras que a 11 colegios urbanos ha llegado el programa "Escuela activa", el programa busca formar mejores estudiantes y también fortalecer el liderazgo y la autonomía como ciudadanos y se espera subir a 15 colegios el próximo año; también se menciona el compromiso en la implementación de políticas como "Todos a aprender" y el "Plan Nacional de Lectura", y la elaboración del "Plan Maestro de Educación Manizales 2032". Finalmente se habla de la movilización ciudadana por la educación en octubre de 2011 donde la sociedad civil se pronunció con 99.205 votos que reflejaban un compromiso personal para "…hacer de la educación lo más importante en mi familia y mi ciudad, y voto para que su calidad sea la prioridad en las acciones públicas y privadas como motor del desarrollo equitativo en Manizales".

Nuestra intención, desde Estoy con Manizales, cuando promovimos el voto por la educación era en primer lugar, generar conciencia en la sociedad civil sobre la importancia de ser parte activa del sistema educativo, asumiendo un compromiso directo con el proceso de formación desde la primera infancia, conciencia que se refleja en las diferentes iniciativas que hoy se mueven en la ciudad alrededor de la educación y que podríamos pensar, como lo dice la columnista de El Espectador, que esta movilización es uno de los factores que intervienen en el resultado de la calificación de la ciudad, tanto en el índice de competitividad como en las pruebas PISA. A veces pensamos que hay muchos esfuerzos alrededor de la educación moviéndose en la ciudad pero probablemente no son suficientes y además deberían estar mucho más articulados de manera que se pueda ir armando el rompecabezas completo de lo que se requiere en materia de educación en todos los niveles.

Es importante que reconozcamos el valor que tiene este resultado para la ciudad como fruto de muchos de los esfuerzos que se han venido desarrollando y especialmente de estar entendiendo que si no avanzamos en materia de educación los esfuerzos que se hagan desde el sector económico para una mayor competitividad de la ciudad serán infructuosos. Sin embargo, tendríamos que preguntarnos ¿Qué pasa con el sistema educativo en Colombia? ¿Será hora de hacer una reflexión profunda que permita generar los cambios importantes que probablemente necesita nuestro sistema? ¿Será que el resultado de Manizales es una muestra de que el sistema educativo se convierte en un freno para el fortalecimiento de la educación en el país?

En El Espectador de este domingo 15 de diciembre, José Manuel Restrepo, rector del CESA se pregunta si será que, como en el caso de los estudios que se hicieron sobre la cadena productiva del cuero ‘la culpa será de la vaca’, es decir de nadie, porque: el Gobierno le echa la culpa a los maestros, estos le echan la culpa a la falta de una política de Estado, la educación superior culpa a la educación básica y media y ésta dice que la responsable es la educación pre-escolar que a su vez hace responsable a la familia, que seguramente dirá que el problema es de las instituciones educativas y éstas dirán que el tema es del apoyo económico del Estado. Mientras en Colombia se pasa la responsabilidad de un sitio a otro, en Finlandia, una vez se supo que el país había pasado del puesto 3 al puesto 12 en el resultado de las pruebas, la primera ministra tomó la decisión de preparar una reforma a la educación con una convocatoria a padres de familia, maestros, estudiantes, actores del gobierno, empresas e investigadores, para buscar e implementar acciones concretas http://www.elespectador.com/opinion/pruebas-pisa-culpa-de-vaca-columna-464047.

Me pregunto si podríamos retomar el espíritu del voto por la educación y, siguiendo el ejemplo de Finlandia, podríamos convocar a una reflexión profunda sobre lo que hay detrás de este resultado en las pruebas PISA y en el índice de competitividad, no para celebrar por un triunfo que es bastante cuestionable, dado el contexto de los resultados nacionales, tampoco para decir que estos resultados no tienen ningún valor; más bien para identificar caminos y acciones concretas que nos permitan liderar una transformación profunda de la educación y promover en un buen sentido ‘una revolución educativa’ nacional.