Alejandro Samper


Escucho al procurador Alejandro Ordóñez decir que "entre porro y porro y entre pase y pase" los periodistas lo estigmatizan, por su posición sobre el matrimonio homosexual. El chiste de las drogas que le salió tan oportuno con Petro (al decir que se la había "fumado verde" con sus políticas para Bogotá) ahora suena forzado. Y por eso se disculpa. Así como tuvo que rectificar su posición sobre el aborto y la píldora del día después.
Lo escucho, lo veo y no dejo de pensar en el fallecido comediante George Carlin cuando dijo: "¿Por qué la mayoría de la gente que está en contra del aborto y todos los temas que tengan que ver con la sexualidad de otros, son personas con las que nunca tendrías sexo?".
Carlin, brillante humorista y crítico de la sociedad, en 1996 escribió un monólogo que parece pensado en Ordóñez, sus creencias y falta de sentido del humor. Un texto cuyos apartes aquí transcribo.
"Los conservadores son algo especial. Los pro-vida están obsesionados con los fetos, desde la concepción hasta los nueve meses, pero una vez nacen no quieren saber ni oír nada de ellos. Nada de guarderías, programas de alimentación, de atención médica gratuita... ¡nada! Si es prenacido, está bien, pero si es preescolar está jodido.
El dinero para los programas educativos es mejor destinarlos a la guerra. A los conservadores no les importa hasta que alcanzas la edad para entrar al servicio militar. Ellos quieren bebés vivos para que en un futuro sean soldados muertos. Así y todo se hacen llamar pro-vida.
¿Es un feto un ser humano? Esa parece ser la tesis central que defienden los pro-vida. Bueno, si los fetos son personas, ¿por qué no los cuentan en los censos? Si es un ser humano, ¿por qué algunas parejas dicen "tenemos dos hijos y uno en camino", en vez de decir "tenemos tres"? Dicen que la vida empieza en la concepción, yo digo que empezó hace billones de años y es un proceso continuo que sigue girando y evolucionando.
Algunos extremistas dicen que la vida comienza en la fertilización, eso es cuando el espermatozoide fecunda el óvulo. Pero incluso después de que el óvulo se fertiliza, pasan 6 o 7 días hasta que llega al útero y comienza el embarazo; algo que no todos consiguen. 80% de los óvulos fertilizados son expulsados por el cuerpo de la mujer una vez al mes, durante esos días tan agradables que tiene. Terminan en toallas higiénicas y aún así son óvulos fertilizados. Entonces, lo que estos católicos antiabortos quieren decir es que una mujer que ha tenido más de una menstruación es una asesina en serie.
Hablando de católicos (y lo fui, hasta que alcancé la edad de razonar) y otros cristianos, no entiendo por qué están en contra del aborto y los homosexuales. ¡Dejen tranquilas a estas personas! La comunidad homosexual, de seguro, no tendrá abortos. Pero los católicos los están dejando a un lado, cuando uno pensaría que podrían ser sus aliados naturales.
Pero bueno, difícil hablar de coherencia con un grupo de personas que creen en un ser invisible conformado por tres entidades diferentes, pero que es uno solo. A ellos les digo del aborto: cuando los obispos y otros cargos de la iglesia experimenten sus primeros embarazos, sus dolores de parto y críen un par de hijos con el salario mínimo, entonces querré escuchar lo que tengan que decir sobre el tema. Y otra cosa, dejen de malinterpretar las palabras de Jesús cuando dijo "Dejad que los niños vengan a mí". ¡Los niños no se tocan!
Últimamente en los debates sobre el aborto hablan de "la santidad de la vida". Un concepto que, para mí, es un montón de patrañas. ¿La vida es sagrada? ¿Quién lo dijo? ¿Dios? Si leen la historia, Dios es una de las mayores causas de muerte durante milenios. Hindúes, musulmanes, judíos, cristianos... todos se han turnado para matarse porque Dios les dijo que era una buena idea. ¡Millones de idiotas asesinados! Y todo porque dieron la respuesta equivocada a la pregunta: "¿Crees en Dios? -No. ¡Pum! Muerto. ¿Crees en Dios? -Sí. ¿Crees en MI Dios? -No. ¡Pum! Muerto, porque MI Dios la tiene más grande que el tuyo. Y así ha sido por miles de años. Todas las mejores guerras han sido en nombre de Dios. Las más salvajes y las más brutales, todas basadas en el odio religioso.
Pero no me suelten eso de "la santidad de la vida". Incluso si existiera eso, no es algo que tenga que ver con la religión. Nosotros creamos el concepto de "santidad de la vida" ¿y saben por qué? ¡Porque estamos vivos! Es interés propio. Los vivos tenemos mucho interés en promover que la vida es sagrada, porque ningún muerto lo ha hecho. Ni lo hará. No les interesa porque es algo que solo interesa a los vivos. Así que todo sale de un punto de vista completamente parcializado. Es una historia autocomplaciente hecha por el hombre para sentirnos nobles.
Incluso si predicamos que la vida es sagrada, no lo practicamos. Matamos mosquitos y cucarachas, "porque son una plaga". Toros y elefantes, "porque es divertido". Cerdos y pollos, "porque tenemos hambre". Faisanes y codornices, "porque es divertido y tenemos hambre". Y gente, ¡matamos gente!, "porque son una plaga... y es divertido".
Además, la santidad de la vida no parece aplicarse a las células cancerosas. Uno no ve gente con pancartas que digan "Salven a los tumores" o "Apoyemos al melanoma avanzado". Los hongos, las bacterias, los parásitos, los virus... ellos no tienen nada de sagrado. Así que en el mejor de los casos esta "santidad de la vida" es algo selectivo. Elegimos qué formas de vida son sagradas y a las demás las matamos. Es un buen negocio inventado por nosotros. La mentira es lo que nos une como sociedad".
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