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Yo pensé que nuestros congresistas estaban muy ocupados aprobando reformas a la justicia después de leerlas por encima, o pensando en sexo excremental. Pero esta semana me enteré que también escriben poesía de un tirón "en una sola noche, como un nacimiento", como lo hizo recientemente el presidente del Senado, Roy Barreras.

Roy es el vate del proceso de paz y el garrote de la lírica. “Un poema no es más que un mensaje en una botella, es una voz más de quienes denunciamos lo cruel e inútil de esta guerra. Además es un homenaje a las víctimas y un mensaje desde el corazón”, dijo Barreras, explicando lo que lo llevó a escribir esos 23 versos libres empastados bajo el título Que la paz sea contigo. Cuando habla de las víctimas se refiere a sus lectores, por su puesto.

Para nadie es un secreto que este senador es muy hábil con las letras, sobre todo con las de cambio. Barreras, a diferencia de su apellido, no conoce de obstáculos. Como a muchos artistas les gusta experimentar de todo para expandir sus mentes; es políticamente promiscuo y hace pactos con los cristianos para después dejarse encantar por las parejas homosexuales y finalmente recular. Él derriba todas las barreras, incluidas las de la ética y la moral.

“Yo quiero saber es cómo alguien que escribe poesía termina siendo médico y luego como Gregorio Samsa, personaje de la Metamorfosis de Kafka, termina convertido en un político que es una especie de insecto", se pregunta el doctor Barreras, que cuál cucaracha cargada de hojas de vida, llegó ante el Superintendente Nacional de Salud, Gustavo Morales Cobo, para solicitarle el cambio de interventor de la investigada EPS Solsalud.

Pero no es el único que saca tiempo para escribir galimatías. Como este país anda tan bien en los aspectos sociales, económicos, ambientales, jurídicos y democráticos, nuestros desocupados políticos ahora quieren meterse con el humor y la parodia. Por estos días hace trámite en el Congreso el proyecto de Ley de Derechos de Autor que, según algunos analistas, pretende censurar a los programas de humor.

El programa La Luciérnaga, conocido por sus parodias a políticos, encendió las alarmas, ante lo que el presidente de la Cámara de Representantes, Augusto Posada Sánchez dijo que había un error de "interpretación". Según él (y sus amigos congresistas Juan Manuel Campo y Diego Naranjo) la limitación propuesta no es a la libertad de expresión, "son al derecho de autor, en aras de buscar un justo equilibrio que garantice el ejercicio de la parodia". "Buscamos incentivar el derecho de usar obras artísticas sin que se tenga que acudir a la autorización de los autores o personajes parodiados", dijo Posada Sánchez en entrevista a La W.

Ellos llaman "error de interpretación", a lo que para el resto del mundo es un 'mico'. Este proyecto de ley, al parecer busca blindarlos del escarnio público a través de la burla. Y también aprovechan para abrir la ventana al plagio, algo que a estos personajes están habituados. Cabe recordar el caso del senador Mauricio Jaramillo y los representantes Guillermo Antonio Santos y Pedro Nelson Pardo que en 2009 presentaron un proyecto de ley con el que pretendían "una ofensiva seria para combatir la corrupción en el sector público". Sin embargo, la propuesta la plagiaron en un 80% de documentos como Leyes para combatir la corrupción (texto publicado en México); la ponencia del X Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito, y un documento del entonces Contralor General de Perú.

Espero que no aprueben esta Ley. No porque me vaya a hacer falta el humor nacional (condenado a la extinción desde el asesinato de Jaime Garzón y los dos periodos de Álvaro Uribe en la presidencia, donde el único espacio cómico que se mantuvo en la televisión fue Sábados Felices), sino porque no toleraría que alguien plagiara a Roy de manera descarada, como lo es él. Cuando muera, pido que exhumen los restos del rockero y poeta Jim Morrison del cementerio Père-Lachaise de París, para allí sepultar al verdadero 'Rey Lagarto'.

Mientras llega ese día guardaré su libro junto a los poemas de Aura Cristina Geithner y el disco de Amparo Grisales.

"El político tal vez no sea capaz de pensar cualquier estupidez, pero siempre es capaz de decirla". Nicolás Gómez Dávila.