Andrés Hurtado


Subamos ahora a la ciudad "de arriba", como dirían los españoles. Lo mejor o lo peor del caso es que subir para arriba y bajar para abajo y salir para afuera y entrar para dentro no se considera grave en España, y todo mundo lo dice. Recuerdo que cometí la imprudencia de corregir a un amigo español, allá por los años setenta cuando estudié en la Universidad Complutense de Madrid; ¡quién dijo miedo! Me contestó con palabrotas. Aterra saber, mirar y leer casi todos los días (dije casi todos los días, por no decir: todos los días) en El País, de Madrid, el diario más importante de la lengua española en el planeta, errores y horrores en primera y en todas las páginas, con letras ‘grandotas’; me refiero al famoso dequeísmo. Me he dado el trabajo de copiar con fechas muchos dequeísmos del periódico. ¿Es posible que El País de Madrid no tenga un buen corrector?
Subimos, pues, al Pisac incaico, construido en la ladera escarpada de una montaña en la margen derecha del valle de Urubamba, derecha teniendo en cuenta el cauce del río. El río Vilcanota nace en el macizo del mismo nombre a 4.314 metros sobre el nivel del mar y va descendiendo por entre valles y gargantas, regando a su paso asentamientos incas, pueblos coloniales y pueblos modernos hasta desembocar en el Valle Sagrado de los Incas, y al pasar frente a Pisac cambia de nombre a Urubamba y da nombre al Valle Sagrado.
Nos dice el guía que Pisac supera a todas las ciudades y ciudadelas incas en número de torreones y terrazas y eso es precisamente lo que vemos al hacer el recorrido. La ciudadela está distribuida en dos laderas y para visitar la segunda debemos descender al collado intermedio y recorrer un trecho de camino de piedra. Las dos laderas están cerca. Pisac es famosa por albergar el mayor cementerio prehispánico de América. A pesar de que las habitaciones, torreones, corredores y caminos de piedra son bellísimos, lo más impactante son las terrazas, que bajo el sol resaltan con un verde brillante. Las terrazas están construidas en semicírculo muy abierto y se cuentan por decenas de arriba abajo. Cada una puede medir dos o tres metros de anchura y un centenar de longitud. Al mirarlas vienen al recuerdo las graderías de los teatros griegos hoy conservados. Son prácticamente iguales. Pisac tiene muchos barrios y el más importante es el que alberga el Intihuantana.
Esta palabra es muy conocida y recordada por todos los que han visitado Machu Picchu. Intihuantana es una piedra sagrada, que se supone era un sitio para estudiar el año solar y fijar los solsticios y los equinoccios; otros investigadores creen que servía para encontrar el norte magnético. De todos modos era el sitio sagrado de las ciudadelas incaicas. El Intihuantana de Pisac es el sitio más visitado de la ciudadela. Intihuantana significa "donde se amarra el sol". Entre los innumerables vestigios incas del Valle Sagrado de Urubamba, Pisac, Ollantaytambo y Machu Picchu son los más importantes.
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