John Harold Giraldo Herrera


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Las épocas que vivimos son materia prima para los creadores de artefactos mediáticos, para los artistas en general. Al autor le cuesta desprenderse de lo vivido y plasma sus angustias, incertidumbres, felicidades y reflexiones en lo creado. El cine colombiano, aunque sus realizaciones son múltiples, nos dan cuenta de un leitmotiv, de un indicio recurrente con el que podemos sugerir varias premisas. Se trata del escape, de la huida, la búsqueda de los personajes de enfrentar un nuevo camino o de querer salir del estado de cosas en el que se encuentran inmersos.
Parece como si donde viven, las condiciones históricas, las presiones, la necesidad de nuevos rumbos, o la búsqueda de un desahogo ubiquen a los personajes en la intención de salir de la cárcel simbólica en la que viven encerrados.
La Playa DC nos muestra tres hermanos sacados de su sitio natal, huyeron por fuerza del desplazamiento y en la ciudad siguen escapando de la miseria, el racismo, y cada uno de su propio martirio.
La encantadora La Sirga nos da otro matiz, en lo rural hay también escapes. Alicia huye de la voraz violencia, de haber sido incendiada su casa. Aunque se le nota estable viviendo en la casita de su tío, su postura del mundo nos da cuenta de una mujer muy frágil, no obstante las insolencias y persecuciones la ubican como alguien que requiere seguir escapando. Un caso asombroso y poético lo coloca la protagonista de Sofía y el Terco del director Andrés Burgos, una mujer que no habla, y de estar viviendo en un lugar deslumbrante, parece que nada la afecta, pero decide salir y explorar el mundo, sin decirle nada a su esposo y compañero y realiza un viaje que la llevará a conocer el mar. Escapa Sofía de su mundo, en cierto modo acorde, pero la insatisfacción y el carácter de su esposo, la hacen salir. Este escape es con marca afable, donde el sentimiento entre personaje y espectador es de aceptación.
Una película curiosa, de Terror, como Resquicio del director Alfonso Acosta, nos adentra en un drama familiar, proporcionado por la muerte de la hija y deciden escapar de las marcas dolorosas de la ciudad a una finca. Lo que se va a desatar como lo dice su propio eslogan es que cada quien va a conocer el monstruo que lleva dentro. Hay un doble escape, de sí y del mundo. Lo obtenido es una película que causa tensión, suspenso y horror. Cargar con la muerte de un familiar y convivir 6 personas en una casa (incluidos dos niños), la mamá, una tía y dos hermanos adolescentes, causará marcas imborrables.
El caso de 180 segundos de Alexánder Giraldo y La lectora de Ricardo Gabriellí se asemejan, obvio, tienen radicales diferencias. La estudiante de alemán es apresada por dos hermanos para revelar los secretos de un maletín. Ella quiere escapar, pero el hecho de Karen y Cachorro, una prostituta y un bacán metido en asuntos de delincuencia, dan muestra de un escape hacia una nueva vida. No importa cómo y de dónde provenga el dinero para cumplir sus sueños, desean escapar a otra vida y ser felices. Así en 180 Segundos, los dos hermanos, Zico y Angélica, acostumbrados a cometer robos perfectos, buscan hacer el último, con la idea de escapar a Europa y estudiar. Todo se les trunca y el robo será la imposibilidad de alcanzar los sueños, como el propio caso de Karen y Cachorro, no logran su cometido.
Más películas gozan de mostrarnos la necesidad de escape. La muy necesaria y valiente película de Chocó de Jhonny Hendrix, nos muestran la vida de Chocó, acostumbrada al maltrato de su compañero y corroída por la pobreza, está todo tiempo en la obligación de cambiar de vida, pero parece no poder. Hasta que decide hacer lo propio y romper los barrotes de la cárcel en la que estaba viviendo.
Cada película nos sitúa en un tipo de escape. Sanandresito, la vida centrada en un policía corrupto, nos mantiene atentos para ver cómo se desenvuelve lo ocurrido al agente Tenorio, envuelto en el asesinato de una mujer cuyo cuerpo aparece en la camioneta. Tenorio no sólo huye como delincuente, también querrá huir de su vida maltrecha. Citar más películas sería tener más ejemplos. Las anteriores son filmes del 2012, en el 2011 hubo muchas más, así como en años pasados.
El escape seguirá siendo un tema recurrente. La muestra de personajes huyendo, de mujeres y hombres así como de comunidades necesitadas de otros entornos nos sugieren una idea de cómo está el país y sus gentes. También podemos darnos cuenta de una situación de inestabilidad, ¿por qué escapan? Cada película tiene una respuesta: el abandono, la idea de mejorar la vida, la persecución, la violencia, las exclusiones sociales, la propia búsqueda de aventurar evidencian una recurrencia del propio ser, salir, huir, tratar de encontrar solución a un problema, eso es escapar. En el cine colombiano los espectadores deberíamos escaparnos para apreciar lo que se nos evidencia en la pantalla grande, así como lo están haciendo los personajes que nos muestran, escapan, para ver con qué se encuentran.
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