Elizabeth Ortiz Palacio


Aunque no tengamos el dato preciso de la llegada de la planta del cacao a nuestro país. Algunos creen que llegó después del auge europeo.
Así fue la descripción que dio Antonio Solis a la corte española sobre el postre tomado por Moctezuma. "Una especie de chocolate que contiene la sustancia del cacao, batida por medio de un molinillo hasta que la vasija ofreciera más espuma que líquido", esta presentación es un tanto similar a la actual, aunque ahora es más líquido que espuma.
Al ser extensivamente difundido en la Nueva Granada proporcionó un alimento que permitió mejorar la dieta de la población de escasos recursos.
Históricamente fue promocionado así: "bueno para enfermos y sanos, lo toman niños y ancianos; lo llevan los viajeros de la Nueva Granada en el cojinete. No lo olvidan ni los curas en las vísperas. También desde entonces los empleados paraban de vez en cuando para tomar una tacita".
También era recomendado contra la jaqueca, el constipado, para el dolor de muelas y para todo mal. Lo consideraban panacea universal y lo denominaban consolador de los afligidos y con el finalizaban partidas de juego y bailes de entonces.
Se decía que era el propio para levantar fuerzas y ánimo al escritor publico, al orador antes de subir a la tribuna y como inspirador de poetas, músicos, pintores y cantantes.
Recordemos que era fabricado en casa. Tenia dos variedades, uno al que se adicionaba azúcar, canela, clavos, vainilla o nuez moscada, y al que se le dejaba hervir tres veces, el otro se dejaba insípido y no se dejaba hervir.
Hoy día su preparación es rápida y descomplicada. Tan solo unos minutos y se obtiene un chocolate caliente, aromático y espumoso que lo puede acompañar con arepa, pan y galletas y puede disfrutarse en cualquier momento del día.
También se usa como ingrediente en tortas, bizcochos, galletas y coberturas para ponqués o postres. Además por su bien conocido aspecto apetitoso aporta sabor y se le reconoce hoy su aporte nutricional.
En los últimos años se ha incrementado su estudio indagando la calidad de su grasa y su contenido de antioxidantes por su participación en la salud. En cuanto a su grasa pasó de un periodo de ser inadecuada a demostrarse que no altera el colesterol total, ni el HDL, ni los triglicéridos sanguíneos, concluyendo que no incrementa el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Del contenido de ácidos grasos del chocolate destacamos lo siguiente: un 25 % es ácido palmítico, un 35% ácido esteárico y un 35%, ácido oleico.
El esteárico en el hígado se trasforma en ácido oleico por la acción de una enzima (delta 9 desaturasa) por todo esto no representa ningún riesgo para la salud. El contenido de fibra de una pastilla de chocolate amargo -7,8 gramos -es de 1 a 1,4 gramos.
Es de tipo insoluble formando parte de la alimentación diaria, ayuda a mejorar procesos digestivos. Por su contenido de antioxidantes ayuda a retardar o prevenir la aparición de enfermedades crónicas degenerativas. El ser humano cuenta con dos sistemas de defensa antioxidante. Uno lo produce el organismo y el otro debe ser aportado por la alimentación para garantizar el correcto funcionamiento del cuerpo.
Posee una alta biodisponibilidad, es decir que el organismo es capaz de absorberlo fácilmente. Ademas cuenta con polifenoles y estos con una subclase denominada flavonoides.
Un estudio realizado en el 2003 para saber el contenido de antioxidantes en el chocolate colombiano y el polvo de cocoa halló en la pastilla de chocolate amargo 36,4 y en la cucharada de 7 gramos de cocoa en polvo 48 mg.
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