John Harold Giraldo Herrera


Docente universitario y periodista
“La felicidad no existe. Lo único que existe es el deseo de ser feliz.”
Chéjov
Cuando uno ve una película y la trama es la vida cotidiana, encuentra esas variables diversas y complejas que nos hacen ser. Pero cuando la película no tiene más pretensiones que dejar que la vida pase de largo por la pantalla, ocurre una compenetración fuerte y emotiva con uno mismo. Eso fue lo que sucedió cuando me instalé en ese mundo de Karim, padre de familia iraní que vive de lo que hace en la granja, hasta que un día se le escapa un avestruz de los que cuidaba, entonces pierde su trabajo y su vida parece girar a partir de ese momento en la búsqueda de una nueva oportunidad o el encontrar el avestruz que se ha escapado. Pero ese es solo el gancho, la trama más enaltecedora se encuentra con su hijo y una serie de chicos que intentan hacer de un pozo lamoso y fétido, un sitio donde puedan tener peces para cultivar, allí cantarán otra vez los gorriones. Aunque Karim no cree para nada que en ese estanque algo pueda surgir.
Pero ver una película es también trasladarse a otras latitudes, en este caso a Irán, al igual que a la manera de ser de Karim, a su forma de enfrentar la vida y los sucesos. Es una película cuyo eje es mostrar y evidenciar que somos vulnerables, que andamos por la vida y a veces ella nos sorprende y se encarga de ponernos en los lugares que debemos recorrer. Y que a veces sin las respuestas requeridas, caminando, encontramos la salida. El director de esta película seguro usted lo reconocerá, porque hizo un filme que se ha quedado en la memoria global de la humanidad: Los niños del cielo (1997). Esa película un tanto pornomisérica se incrustó en nosotros por mostrarnos la vida de dos niños que compiten para vivir, e intercambian sus zapatos para ganar.
Majid Majidi con la película El canto de los gorriones, se aleja de esa idea de su primer película y ahora se adentra más en el ser, en su condición eso sí de vulnerabilidad. Al verla quedamos extasiados, por haber visto un relato sobrio, sencillo, que encanta por la simplicidad. Karim, luego de perder el avestruz se va hacia la gran ciudad, allá un mundo nuevo se le presenta ante tus ojos, como también un mundo abarrotado, desprovisto del paso pausado en el campo y el encuentro afectuoso.
Karim tiene una familia con tres hijos, una de sus hijas ha perdido el audífono con que escuchaba y su hijo quiere tener peces en el estanque para obtener más dinero. Karim, al estar sin trabajo se va en su moto a la ciudad, la vida le ofrecerá momentos de alegría así como de difícil situación. Cada uno de ellos, el espectador que ha entrado en el mundo de su vida, los seguirá con emotividad. Al tiempo, la vida de esos chicos al querer cumplir su sueño, nos mostrará lo obsesionados que son y las circunstancias tan duras y alegres que los llevarán a trabajar por lo que quieren.
El cine de Majid siempre se congratula con la vida, otra de sus películas reconocidas es la bella y poética Los colores del paraíso (1999), donde un niño ciego asume su vida escolar con dificultades pero con encuentros que nos hace sentir esa humanidad tan latente de ser quiénes somos. Del mismo modo, con El canto de los gorriones, lo que obtenemos es un bello canto a la vida: a esa entereza de vivir, de sabernos frágiles y dispuestos a continuar no importa lo que nos ocurra. A estar con nuestros contertulios y compartir.
El canto de los gorriones deleita por su capacidad de ponernos delante de nosotros la vida de quien aunque no cree del todo en sí mismo, se aferra a seguir caminando y en ese transcurrir encuentra una vía para continuar, eso sí, aunque existan momentos para aprovecharse de las oportunidades, esas como veremos es para saberlas llevar. En fin, es una película con la cual entramos a unas formas de vidas muy elocuentes, llenas de reflexión sin la necesidad de moralizar. El canto de los gorriones se aleja de una postura de ver la vida empobrecida y lo que hace es mostrarla llena de riqueza.
Ficha técnica
Año, país duración: 2008, Irán, 96 minutos
Director: Majid Majidi
Guionistas: Majid Majidi y Mehran Kashani
Fotografía: Tooraj Mansouri
Música: Hossein Alizadeh
Reparto: Mohammad Amir Naji (AKA Reza Najie), Maryam Akbari, Kamran Dehghan, Shabnam Akhlaghi, Neshat Nazari
Productora: Majidi Film Production
Género: Drama
Premios: 2008: Festival de Berlín: Oso de Plata mejor actor (Reza Najie)
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