Héctor Palau

LA PATRIA | BOGOTÁ

Después de un Giro de Italia histórico, como el que acaba de finalizar, hay muchas cosas por hacer.
Por ejemplo celebrar, estar seguros que tenemos mucho talento, mucha clase en los ciclistas colombianos, estar optimistas de los resultados en próximos eventos, estar orgullosos de nuestros ciclistas y en general de nuestros deportistas, entre otras cosas.
Pero ante todo es hora de reflexión,  es hora de reconocimientos, es momento para que la Federación Nacional de Ciclismo, con un excelente trabajo desde la era Sangiovanni siguiendo por Jorge Ovidio y sus respectivos equipos, siga alimentando los procesos en Colombia.
No es hora de exageraciones, de creer que todo lo vamos a ganar, no es  hora de cobranzas, no es el momento de comparaciones, pues nos encontraremos que  en cada década hemos tenido grandes representantes y actuaciones por el mundo y en las grandes carreras desde cuando Martín en los 70 ganó las primeras etapas, luego en los 80 Flórez, Herrera, Parra y el gran combo de Martín, Cabrera, Cárdenas, Acevedo, entre otros, fueron dinamita, en los 90 seguimos con laureles de la dupla Mejía y Rincón mostrando con gran dimensión nuestro pedalismo, en el 2000 fue Santiago Botero como gran exponente el que mantuvo  ese pedestal llegando  a hacer campeón del mundo, cosa que ni siquiera soñábamos.
Luego toda una nueva generación y, a partir del cierre de los Soler, grande hasta su accidente, era acompañado por Duarte campeón del mundo y hasta el mismo Betancurt como campeón mundial juvenil.
Nótese que siempre, antes de lo que hoy celebramos a rabiar, hemos tenido un fuerte protagonismo.
Ahora  son los Urán, Henao, Betancurt, Quintana, Chávez, Chamarro, Atapuma, Chalapud, Serpa, Rubiano, entre otros, los encargados de tomar el relevo.
El retorno de un equipo completo con el apoyo del Gobierno Nacional, con el entusiasmo del propio presidente Juan Manuel Santos, y Coldeportes con Jairo Clopatofsky antes y Andrés Botero ahora, nos permite  ver como se avanza ya a otras latitudes, buscando la posibilidad, porque no, en un día no lejano de entrar en el lote pro tour para no esperar invitaciones.
Esta emoción tiene que servir, entro otras cosas para reconocer que  los ciclistas siempre han estado dando gloria, pero muchos se habían olvidado de los ciclistas y sus resultados.

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Pero ante todo es hora de reflexión, es hora de reconocimientos, es momento para que la Federación Nacional de Ciclismo, con un excelente trabajo desde la era Sangiovanni siguiendo por Jorge Ovidio y sus respectivos equipos, siga alimentando los procesos en Colombia.