El desayuno es el primer alimento del día. Sin embargo, es el que más se olvida o se evita por falta de tiempo u otras razones. Incluso se reduce a una comida ligera, unos sorbos de jugo o leche, una galleta o un tinto. Pero, debemos recordar que su efecto sobre nuestro organismo es esencial. Si olvidamos el desayuno, es probable que para nosotros no sea costumbre consumir una media mañana o que el almuerzo no sea al medio día.
Por eso hay que rescatarlo, para que realice el trabajo de afrontar el gasto calórico del día, con el depósito lleno del combustible energético fundamental para el organismo conocido como glucosa, el cual es esencial en las etapas de crecimiento.
El desayuno debe aportar entre el 20% y el 25% del total de calorías diarias. De esta  manera, se proporcionan de forma completa, equilibrada, suficiente, adecuada e inocua los diferentes nutrientes requeridos por el organismo, especialmente en la etapa escolar que comienza.
Los adultos son conscientes de los beneficios de un buen desayuno para comenzar adecuadamente el día y están al tanto de si sus hijos consumirán o no alimentos a la hora del descanso. Pero saben que a veces esta ingesta no cubrirá las necesidades calóricas y que la omisión genera  un desequilibrio en los  hábitos alimentarios causando alteraciones en su estado nutricional.
Cuando no se desayuna, por la falta de glucosa en el organismo, se pierde la concentración. Esto propicia que el cuerpo empiece a quemar otras reservas energéticas, causando múltiples alteraciones en el normal funcionamiento orgánico. Si esto ocurre en edad escolar, se altera el aprendizaje y acarrea un descenso del rendimiento, ya que la capacidad de locución, expresión de memoria, de creatividad, y resolución de problemas quedan particularmente afectadas.
Estas observaciones han sido sustentadas con estudios científicos realizados en grupos de niños que consumen el desayuno y en niños que no lo hacen.
El desayuno es un hábito alimentario que llega a condicionar el estado físico, psíquico y nutricional en personas de todas las edades. Su mayor beneficio, sin lugar a dudas, es mejorar el estado nutricional (el grado en el que nuestras necesidades de energía y nutrientes quedan cubiertos mediante los alimentos que consumimos).
El desayuno, para estar completo, equilibrado,suficiente, adecuado e inocuo necesita que se utilicen los siguientes grupos de alimentos:
-Los constructores: aportan proteínas de alto valor biológico, entre ellos el huevo, leche y sus derivados (kumis, yogurt y quesos), algunos enriquecidos con vitaminas A y D y hierro. También se utilizan algunas carnes y sus derivados, embutidos de alta calidad, enriquecidos con magnesio, hierro y zinc.
-Los reguladores: frutas, con sus diversos colores, que se pueden consumir en porción o en jugo natural. Aportan vitaminas, minerales, fibra y agua. Cubren una cantidad significativa de las necesidades en el desayuno. En la Encuesta Nutricional  se registró  un déficit de vitaminas del complejo B, minerales como el hierro, calcio, magnesio y zinc entre  aquellos que no desayunan.
-Los energéticos: como la arepa, pan, galletas, tortillas, hojuelas y cereales aportan carbohidratos. Los chocolates, una tradición de nuestras familias, ya sean amargos o dulces (con azúcar o panela o edulcorantes) nos aportan su contenido natural de grasas que se metabolizan poliinsaturadas, antioxidantes, flavonoides, etc., y los diferentes modificadores de la leche base, chocolate o malta, con adición de diferentes vitaminas y minerales. Cuando incluyen estos el contenido de grasas es menor.
Otros beneficios que ofrece desayunar:
- hábitos de alimentación
- buena memoria de corto plazo
- niveles de azúcar controlados
- control del peso

*Nutricionista Dietista Clínica
Universidad Nacional de Colombia
Educadora acreditada en Diabetes
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