Esteban Jaramillo


Esteban Jaramillo
LA PATRIA | Bogotá
El francotirador, el depredador. Es sinónimo de gol e ídolo de Millonarios. 25 tantos en la temporada, en dos clubes, Junior incluido, y en dos torneos, Copa y Liga. Solo uno debajo de Arzuaga, artillero del América, en la B. Regresa al hogar donde nació para el fútbol. Donde siendo un adolescente precoz ganó título de Copa Libertadores y Liga. Donde se llenó de gloria y reconocimiento. Despierta su presencia, mañana, la memoria apasionada del aficionado, que lo recuerda por sus instintos atacantes, sus exhibiciones, su sobredosis de fútbol, cuando condujo a su club, el “blanco- blanco” a la consagración.
Dayro, único. Con sus silencios, sus escándalos, sus acrobáticos goles, su sello inconfundible que le permite pujar por un puesto en la Selección. El mejor delantero activo, en Colombia. Intocable para el hincha de Millonarios e indescartable para Hernán Torres en el esquema ofensivo de su equipo, Dayro comanda el ataque anunciado para el partido en Manizales. Millonarios gira a su alrededor. Es referencia ofensiva, donde se acompañara de Wason Rentería, con cupo especial en el recuerdo histórico del Once Caldas, donde dejo huella en la época de Juan Carlos Osorio. 20 goles lleva este año.
Atrapante el juego que se viene. Dos equipos necesitados de triunfo. Uno, con la obligación de asumir protagonismo en la lucha por el título, el visitante; otro, el local, urgido por los puntos, después de dos derrotas al hilo entre apremios, nómina reducida y ausencias sentidas.
A esta altura, para ambos, el resultado está por encima del juego como espectáculo, pero asegura un intenso y disputado partido. Como juez en la contienda, sin opción alguna de llegar a la final, el Once no puede declinar. Millonarios tiene que ganar, para no perder de vista al Cali. Así las cosas, este Millonarios que gusta de la pelota, que se recrea tocándola, que no demuestra en los resultados la superioridad de manejo, con sus dudas defensivas, con sus opciones de gol perdidas, es visitante de lujo.
El Once Caldas, que alineó 11 jornaleros ante el Cali, al que no pudo liquidar, para luego concluir reducido y perdedor, recupera a sus talentos, para darse equilibrio y trámite, con variantes en el funcionamiento.
Dayro y el Once, frente a frente. Puente pasional, emotivo e irrompible, con un nuevo capítulo en la ciudad.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015