Héctor Palau
LA PATRIA | Bogotá

Aún está fresco en mi mente el recuerdo de la gran celebración del título, por primera vez, logrado por Colombia en los Juegos Suramericanos disputados en Medellín.
Fue una gran victoria, se hizo respetar la casa y ante la potencia suramericana Brasil y los tradicionales dueños de este título, los argentinos, pudimos mostrarnos como un país que se abre campo como uno de los nuevos polos de desarrollo deportivo continental.
Se dijeron las mejores cosas sobre nuestra delegación sin que ello nos desbordara y, ante todo, se aceptó que Brasil presentó un equipo renovado, joven, sin sus mejores figuras mientras que ante rivales como Argentina y Venezuela nadie pudo argumentar disculpas frente al dominio nacional.
Creo que solo Brasil tuvo argumentos para no sentirse derrotado: su selección estaba en el inicio de una nueva etapa en la que se le deberá medir realmente en  sus propios Juegos Olímpicos.
Por lo demás ninguna otra delegación pudo argumentar o justificar la derrota,  al contrario todos aceptaron la primacía colombiana. Ahora parece será a otro precio o al menos es lo que se espera en los suramericanos de Chile que se disputarán entre hoy y el 18 de este mes.
Se espera que Brasil ya presente un desarrollo entre los deportistas que  en dos años actuaran como locales en los Juegos Olímpicos, ellos hoy tienen la obligación de mostrar sus progresos y esa es la gran expectativa. ¿Qué mostrará Brasil?
Por lo demás Colombia no puede bajar a una posición menor a la segunda casilla, particularmente no aceptaría que caigamos al tercer o cuarto lugar.
Nuestros  progresos son reales, somos fuertes en el  área. Y ni Argentina ni Venezuela tendrían con qué estar por encima de nosotros en el medallero.
El Comité Olímpico Colombiano habla de tener en  presupuesto el segundo lugar y este puede ser un cálculo realista, pero no definitivo, todo debe quedar para  el momento en que realmente se muestren los listados finales.
Colombia lleva un equipo fuerte con algunas bajas justificadas como la de Caterine Ibarguen o Rigoberto Urán para referirnos a los Olímpicos de Londres. Colombia después de ganar Bolivarianos en forma clara, contundente, y de hacer aquella victoria del 2010 en Medellín en esta misma cita, no entrará como comparsa, tenemos que ser protagonistas así exista la clara opción de perder frente a Brasil.
Nuestro equipo es fuerte y en la cabecita de muchos de los dirigentes y deportistas está la consigna de ganar   así no lo hagan público, y ese optimismo un poco creado y también en buena parte ganado,  debe existir, a mi me gusta.