Elizabeth Ortiz Palacio


Comer ha sido a través de la existencia de la humanidad y en todas sus culturas un acto social que iniciamos en los primeros años de vida, pero por el agite diario se incrementa el número de personas de cualquier edad que comen solas.
Este hecho resulta relevante en el aspecto nutricional, por que se ha comprobado mediante estudios científicos que los que comen solos, alteran su consumo, modifican el horario, comen más rápido, mastican menos y para colmo, la composición de su comida está lejos de cubrir sus requerimientos.
A pesar de ser la salud una preocupación actual en nuestra sociedad no es la razón más determinante que guíe las elecciones alimentarias, buscando incrementar el consumo de alimentos como frutas y verduras.
- Adquisición de los alimentos: esta práctica se va diluyendo hasta que la despensa y la nevera parecen estar a la venta de lo desocupadas que permanecen. Les falta motivación para desarrollar esta acción.
- Consumo: la tendencia esta en alimentos precocidos, platos preparados congelados, comida rápida, productos crudos y fríos, fritos, bebidas diferentes al agua más bien ricas en azúcares.
- Niños y adolescentes amantes del mecato: por razones laborales o por su vida social los padres no se encuentran a las horas de las comida principales, estos propicia en los menores la ingesta de mecato, que lo encuentran más cómodo, sin horario establecido y a la mano.
- El menú: no alcanza o supera las recomendaciones nutricionales, no presenta calidad, cantidad y variedad, ni equilibrio de los nutrientes esperados.
- En educación: hay carencia al respecto, pues no tienen ejemplos, ni quién le dé las pautas. Comen lo que les gusta no lo que necesitan. Bloquean la oportunidad de conocer nuevos sabores naturales de los alimentos y se centran en los sabores propios de los precocidos, con exceso de potenciadores del sabor.
Con estos malos hábitos hay un problema adicional, esta situación no solo se presenta en esta temporada sino que pasa durante el trascurso del año. Hay una paradoja, y es que aunque estén todos los miembros de la familia aumenta de manera progresiva la cantidad de personas que dentro del mismo hogar comen a diferentes horas, mientras realizan sus actividades o ven un programa de televisión.
- Comer solo no es nuestra primera opción, pero si es el caso hay muchas formas para hacer que la experiencia de comer a solas sea agradable y volver a disfrutar la comida es un aspecto fundamental para mejorarla.
- Preparar la comida especial de esta festividad a una hora en que puedan estar todos.
- Contactarse con parientes o amigos que están solos e invitarlos a nuestro hogar.
Recuerde, un 35% de la población come sola de forma habitual, tanto en semana como en días festivos y se acentúa en esta época del año.
*Nutricionista Dietista. Clínica. Universidad Nacional de Colombia Educadora acreditada en Diabetes. <saludablearas@yahoo.com.co>
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