María Leonor Velásquez Arango


‘Manizales se la juega por la unión de las Instituciones’ es uno de los titulares del 10 de marzo en este diario, con declaraciones muy interesantes de directivos de la ciudad sobre las diferentes iniciativas alrededor del desarrollo; dice el periodista que los directivos concuerdan en que la meta final del trabajo articulado de instituciones es que la ciudad tenga una buena calidad de vida, buen desarrollo social y empresarial.
Más interesante me parece la invitación de la presidenta de la Cámara de Comercio, ante el resultado de las elecciones ‘El llamado es a que mantengamos una mesa y un lenguaje común entre el sector público y privado para articular y trabajar en forma conjunta’. Celebro que esta sea la intención de las instituciones hoy en la ciudad, y que exista tal claridad alrededor de la importancia de trabajar juntos por un propósito común; es esto lo que ha movido el proceso de transformación ‘Estoy con Manizales’ que se inició en 2005 con un ejercicio de planeación por escenarios y que se ha mantenido en el tiempo.
Valorando inmensamente las distintas manifestaciones alrededor de la importancia de construir colectivamente y de hacer una apuesta de ciudad incluyente que nos permita avanzar para tener mayor calidad de vida y oportunidades para todos, todavía habría temas en los que necesitaríamos generar reflexiones importantes y probablemente cambios profundos en la manera como hacemos las cosas. Para esto quiero salirme de Manizales e irme a Bogotá, un proceso que también he vivido de cerca y que ya empieza a tener acciones concretas que demuestran el compromiso de los empresarios con el futuro de la región.
La Alianza Universidad Empresa Estado de Bogotá tomó la decisión de crear, hace dos años, la organización CONNECT Bogotá Región, siguiendo un modelo creado en el Silicon Valley para la construcción de sociedades del conocimiento basadas en la innovación científica y tecnológica; la gran meta de esta organización, a la cual he acompañado en su planeación estratégica, es ‘lograr que, a través de un liderazgo colectivo, Bogotá Región se convierta en una de las tres ciudades más innovadoras de América Latina’.
Esto, que en su momento generó grandes discusiones porque algunos pensaban que era algo fuera del alcance de la organización, parece que empieza a caminar en la dirección correcta; en compañía de la Cámara de Comercio de Bogotá, CONNECT se dio a la tarea de poner este tema en la conversación de empresarios y académicos. En este camino, no todo por iniciativa de CONNECT, pero sí con su participación activa, están pasando en Bogotá cosas que vale la pena revisar porque dan muestras de cómo los empresarios, ante los problemas de gobernabilidad de la ciudad, empiezan a ejercer un liderazgo colectivo que esperamos se refleje en el largo plazo.
Vale la pena traer a colación las palabras del director general de Bilbao Metropoli-30 en un taller en Bogotá en noviembre pasado ‘los líderes y ciudadanos tienen que entender que no estamos hablando de planes de corto plazo, la transformación de un territorio es un proceso de largo plazo y tenemos que estar preparados para asumir lo que esto quiere decir, para ello se necesitan verdaderos líderes visionarios y no solo gerentes ejecutores de proyectos’.
El proceso de Bogotá ha sido promovido, entre otros, por la revista Semana, la Cámara de Comercio de Bogotá y CONNECT Bogotá Región, lo más importante es que los empresarios compraron la idea de fortalecer un liderazgo colectivo que jalone el desarrollo, lo demostraron con una apuesta económica donde, entre 40 empresas se hizo un aporte de 12.000 millones de pesos para crear una institución a la manera de Pro Antioquia y Pro Barranquilla; el siguiente paso fue proponer el desarrollo de un ejercicio de planeación por escenarios, el cual será facilitado por el experto canadiense Adam Kahane con el apoyo de otros consultores locales.
En paralelo, se está trabajando un proceso de análisis de los sectores estratégicos para el desarrollo económico de la región, que servirá como insumo para el ejercicio de conversación estratégica por escenarios. Lo que me parece importante destacar es que los empresarios entendieron, como lo han hecho otras regiones del país que hoy viven procesos exitosos de transformación: se requiere un compromiso más allá de los resultados de sus empresas, no solo se trata de generar proyectos y desarrollar acciones desde cada institución, es indispensable avanzar en un ejercicio de largo plazo mediante un diálogo generativo e incluyente que permita superar las dificultades del presente abriendo posibilidades desde el futuro.
Cuando reviso lo que está pasando en Bogotá, me parece que hay un mensaje de fondo para una región como la nuestra, donde afortunadamente no tenemos los problemas de gobernabilidad que hoy tiene la capital y que por la misma razón tendríamos la responsabilidad de mostrar un proceso de transformación más contundente que nos permita convertirnos en ejemplo para otras regiones del país y de Latinoamérica. El mensaje se llama coherencia, del latín cohaerentia, la cohesión o relación entre una cosa y otra, algo que resulta lógico y consecuente respecto a un antecedente. ¿Cuáles son nuestros antecedentes, qué cosas se han hecho en la región que deben rescatarse y mantenerse como elementos fundamentales para una transformación de largo plazo, cómo podemos fortalecer lo que ya hemos iniciado para subir el siguiente peldaño, cómo unir esfuerzos y voluntades en un compromiso común que permita fortalecer el liderazgo colectivo para jalonar el desarrollo hacia esa visión y ese modelo de ciudad que todos soñamos?
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