Este tiempo de Cuaresma, que iniciamos recientemente con el Miércoles de Ceniza y que nos conduce hacia la Pascua del Señor, nos sirve de momento muy propicio para examinarnos, para colocarnos ante nuestra conciencia. Hoy propongo cinco preguntas para ayudarnos en este trabajo.

¿Cómo estoy viviendo la solidaridad con los más pobres? Esta pregunta toca algo muy concreto, la billetera y nuestra capacidad de ser generosos con los demás y en particular con los más pobres y excluidos. Es fácil ser generosos con aquellos que nos pagarán con creces, con aquellos que tenemos una relación de familiaridad o amistad. Pero ser generosos con aquellos que de seguro nos van a volver a pedir… no es tan fácil. Desde tiempos del Antiguo Testamento la atención a los pobres es algo que le gusta a Dios. En el Nuevo Testamento, es más fuerte, pues será un criterio para nuestra salvación. ¿Cuándo te vimos necesitado Señor? Y Él responde: Si se lo hicieron a uno de los pequeños, me lo hiciste a mí. Hagamos obras de caridad y seamos justos en las relaciones con los demás.

¿Estoy dejando espacios existenciales para que Dios actúe en mi vida? La vida espiritual requiere que nos dispongamos, que dejemos que el Espíritu de Dios actúe en nosotros. Y para ello es necesario que pongamos de nuestra parte. Hay que sacar tiempo de silencio en nuestras vidas, que atropelladas por nuestra constante actividad y "afán" de cada día, nos hace sencillamente olvidarnos del Señor en nuestras vidas. Pues, bien, la invitación de la Cuaresma es orar, en tener tiempos de encuentro con Dios en nuestro interior. Una de las maneras más especiales por las que Dios se nos comunica es en nuestra propia interioridad, pero hay que hacer silencio para escucharla.

¿Perdonamos de corazón a quienes nos han ofendido? En el Padre Nuestro decimos con mucha facilidad, "perdónanos como también perdonamos a los que nos ofenden…". Pero en la práctica queremos que Dios nos perdone muchas de nuestras fechorías, pero no le pasamos ni la más mínima limitación o metida de pata al que tenemos al lado. Nos falta mucha generosidad para perdonar a nuestros hermanos. Esta es una época bonita para hacer un esfuerzo generoso.

¿Cuido la creación con amor? La reconciliación tiene muchos niveles, uno de ellos es con la Creación. El cuidado del Medio Ambiente, que está tan de moda hoy, por los peligros que estamos viendo en nuestro planeta y que nos lleva a preguntarnos si vamos a poder entregarle a las nuevas generaciones un mundo sostenible, es una actitud profundamente espiritual. De respeto por la obra de Dios.

Finalmente, ¿Cómo estamos cuidando de nosotros mismos? El amor propio, querernos a nosotros mismos, también es un paso necesario para salir al encuentro de los otros. Tener cuidado por la salud, dedicarnos tiempo, descansar, son condiciones para estar bien y así servir a los demás. Esto va dirigido a aquellos que viven trabajando, que descuidan su salud… en fin, aquellos que se olvidan que hay que cuidarse para poder servir mejor.