Jorge Enrique Pava


Se han cumplido catorce meses de la administración del alcalde Jorge Eduardo Rojas, período en el cual hemos diferido de muchas de sus actuaciones, y hemos manifestado nuestra inconformidad con la parálisis que se percibe dentro del desarrollo de la ciudad.
Y aunque somos testigos del replanteamiento que ha querido hacer en su administración, y de la forma como está recapacitando para encontrar un rumbo adecuado para el municipio, hay algo que preocupa enormemente por el significado que tiene para la vida económica y el desarrollo de Manizales: Infimanizales.
Esta entidad, que maneja millonarios recursos y que debería servir de apalancamiento para las inversiones del municipio, afronta un gran riesgo en su estabilidad por la forma como se viene concibiendo en el último año. La sana lógica nos indica que cuando se planea una inversión, y se destinan para ella volúmenes significativos de dinero, la dedicación, la planeación y el cuidado que se le debe poner a esa inversión son factores fundamentales para evitar que se pierda o que se dilate en el tiempo su retorno. Y eso es lo que pasa en esa entidad.
La participación de Infimanizales como inversionista en más de treinta entidades o proyectos del orden municipal hace que su futuro esté ligado al desarrollo mismo de la ciudad. Y se debe entender que la concepción, la planeación, y el progreso institucional vienen de tiempo atrás y no pueden ser objeto de cambios caprichosos, malintencionados o desconfiados del gerente de turno. ¡No! Por el contrario su éxito, como el de toda empresa e institución, es la concepción de la empresa en marcha que hace que el pasado, presente o futuro de sus administradores sean irrelevantes ante lo que se tiene planeado, pues se entiende que hay un registro histórico con el cual se levantan las cartas de navegación y un norte trazado de acuerdo con esas cartas.
Pero cuando se llega con prepotencia, suficiencia y desparpajo a creer que todo lo pasado es oscuro y que el futuro solo puede ser como el gerente actual lo diga -sin contar con lo que se tiene en desarrollo- el fracaso de la empresa es inminente. Y, es triste y preocupante, pero para allá vamos con nuestro banco de segundo piso.
Analicemos unas pocas de esas inversiones: TIM: Desde la llegada de esta administración, se ha desestimado todo lo que el municipio había construido en torno a la solución de la movilidad en Manizales, y cualquier alternativa que se ha propuesto ha contado con el rechazo o la indiferencia de Infimanizales, en cabeza de su gerente, cuya participación mayoritaria hace que el municipio se arriesgue a una pérdida multimillonaria. ¿Y dónde estamos hoy? Más atrás que cuando empezamos. People Contact: por dedicarse a engendrar una pelea personal con los administradores que venían del gobierno anterior (a sabiendas de que las cosas se estaban haciendo bien) la misma gerente de Infimanizales se convirtió en el peor tropiezo administrativo y en la peor enemiga de esta entidad. Resultados: clientes disgustados que buscan nuevos prestadores de servicios, y negocios perdidos por la negligencia e indolencia de su mayor accionista. Renovación Urbana de la Comuna San José: ya vemos el desastre al que nos enfrentamos por la parálisis en las obras y en el desarrollo del proyecto, y el riesgo económico y social que estamos corriendo al incumplir los contratos.
Estas son solo algunas de las inversiones que podemos destacar. Pero lo mismo podríamos decir de muchas otras empresas en las que el municipio tiene participación a través de Infimanizales y que hoy se encuentran en riesgo de perderse. ¿Por qué? Pues porque el estilo de la gerente es el de la judicialización de actos anteriores, independientemente de su calidad de delictuosos o no, y el de creer que en ella empieza la entidad y que todo lo actuado anteriormente es erróneo, perverso o malicioso. Y en ese orden de ideas, está truncando el desarrollo de las empresas y paralizando, por ende, el desarrollo de sus propias inversiones. ¿Y qué se puede esperar de las inversiones en proyectos detenidos abruptamente en medio de su desarrollo? Pues la pérdida total o el deterioro de su valor.
Repito que tengo que reconocer las intenciones del alcalde Rojas para recomponer su camino administrativo. Pero si su mayor aliado económico y su soporte financiero sigue causando esos desastres a los que el manejo pasional de la Gerente está llevando a Infimanizales, el futuro de la ciudad nunca tendrá claridad, ni la voluntad del Alcalde podrá volverse una realidad.
* * *
Empieza hoy un nuevo período de sesiones ordinarias del Concejo de Manizales. La presidencia de John Heberth Zamora es una carta de garantía de que las funciones de esta Corporación serán desarrolladas dentro de los lineamientos legales, expeditos y participativos, y de que habrá un cuerpo legislativo dispuesto a avanzar con la ciudad en la línea que proponga el ejecutivo, pero dispuesto a controlar y a enderezar todo aquello que se salga de los cánones de la lógica, la legalidad y la sindéresis. Auguramos los mayores éxitos en esta legislatura, en el entendido de que cuando al Concejo le va bien, es a Manizales a la que le va bien.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015