Andrés Londoño Botero


Colombia ha estado inmersa en un conflicto desde hace más de medio siglo. El cambio constante de tácticas por parte de los insurgente es evidente, la forma de combinar todas las maneras de luchas ha ayudado a cegar a estudiantes universitarios, convenciéndolos de ideales que no tienen sentido, y sembrándoles odio hacia la sociedad.
Pero esta descripción del conflicto aplica solo para una pequeña porción del país, en las regiones apartadas, la presencia de grupos insurgentes se da por otros factores, pocas veces éstos son analizados en los medios de comunicación nacionales. La política de seguridad, concerniente al tema militar, está bastante desarrollada, a nuestro Ejército le ha tocado formarse para combatir una guerra irregular, este tipo de combates le conciernen más a la Policía. Lo que resta es fomentar políticas sociales, para hacerle frente a las otras facetas del conflicto. Resulta que la política de seguridad no puede desligarse del desarrollo, desafortunadamente, a raíz de un famoso discurso pronunciado por Alberto Lleras en el Teatro Patria, ante ciertos militares, la política de seguridad se divorció de la de desarrollo, no es hasta el gobierno de Uribe que se sientan las bases para unirlas.
Retomando el tema de políticas sociales para afrontar el conflicto que vivimos, es preciso anotar ciertas particularidades del reclutamiento de insurgentes en regiones apartadas como el Chocó. El Ejército puede seguir matando guerrilleros todo el tiempo que queramos, pero en departamentos donde el nivel de vida es bajo, como en el Chocó, en donde alguien desayuna pero no almuerza ni cena, los grupos terroristas como las Farc se vuelven atractivos toda vez que estos proporcionan alimentación a sus integrantes. De esta manera las guerrillas recuperan a los hombres abatidos en combate.
Los jefes guerrilleros se han vuelto gamonales, se han dedicado a usurpar tierras con el objeto de lucrarse por la labranza de las mismas. Estos señores feudales, ya no tienen intereses distintos a los de poseer unas tierras, obtenidas ilegalmente por ellos y obtener beneficios económicos de las mismas, con algunas salvedades de ciertos miembros que también viven épocas de pensamientos absurdos, ya que siguen creyendo que el Marxismo, Leninismo y otras ideologías funcionan. Es importante lograr recuperar las tierras robadas por estos bandidos, para devolvérselas a los campesinos, aunque dadas las situaciones en ciertas regiones, algunos de los expropietarios no tienen incentivos a retornar a sus tierras, esto se debe a que pueden perder la vida cuando la guerrilla intente recuperar el territorio perdido, o que su situación financiera en la ciudad a donde fueron por el desplazamiento forzoso, mejoró sustancialmente.
Es hora de hacer hincapié en el fortalecimiento de nuestras instituciones, con el fin de lograr ampliar la presencia de las mismas, para mejorar la calidad de vida de los colombianos. Una vez logremos esto, se disminuirán los incentivos de ciertas personas a pertenecer a grupos guerrilleros. Es importante que la seguridad y el desarrollo vayan de la mano, de esta manera lograremos hacer frente al conflicto, de una manera más efectiva.
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