Jorge Alberto Gutierrez


La recuperación de los andenes de la Avenida Santander, o Calle Real del Departamento y de la ciudad, mediante la continuidad del Boulevard del mismo nombre, ha suscitado una serie de reacciones y comentarios, algunos de los cuales se han expuesto en la página editorial "del periódico de casa", otros "sotto voce" a manera de rumor que se sueltan sencillamente en clubes, costureros y corrillos, sin prever el daño que sus temerarias y desinformadas aseveraciones puedan causar. Hay quienes esperan confiados en el buen diseño de esta "inaplazable" intervención, muchos arquitectos y urbanistas solicitamos una "Moción de aplauso", y otros por el contrario, denuncian, juzgan y condenan a la Administración Municipal, sin dejar una sola hendija para debatir, conversar, o siquiera exponer un punto de vista contrario, como corresponde a cualquier persona que se considere medianamente civilizada.
Pienso que LA PATRIA es uno de los espacios ideales para plantear un debate serio, porque está al alcance de la mayoría de la población, porque tiene sus páginas abiertas a la participación y porque finalmente lo que se diga queda escrito, importante para una idiosincrasia que pierde la memoria a conveniencia y con facilidad. El señor Benjamín Naranjo Castaño, en la sección "Línea Directa con el Director" emitió sus conceptos y alertó sobre lo que a su juicio pudiera pasar en algunos segmentos de la avenida, asunto que celebro sinceramente, pues invita a que se intercambien opiniones al respecto.
Considero que el Bulevar de la Avenida Santander lo que hace es recuperar la dignidad del eje urbano más importante de la ciudad, estimular el comercio, el encuentro de la gente y sobre todo emitir la señal de que el bienestar de la ciudadanía, es el objeto central de toda urbanidad.
Para que el debate sobre la recuperación de la Avenida Santander se dé objetivamente es importante hacer las siguientes aclaraciones: 1º- Se está alineando la calzada, es decir, que toda la avenida tenga el mismo ancho, salvo cuando hay bahías para los buses, una noción de orden de Perogrullo. Esto obliga a que haya tramos que toman más o menos espacio de la calzada, la sinuosidad de la misma va en contravía de toda norma de movilidad vehicular. 2º- El recorte a la calzada es aproximadamente de una cuarta, 15 o 20 centímetros nada más, rasgarse las vestiduras no tiene justificación. 3º- El tramo construido en la administración de Germán Cardona, bautizado con el nombre de Boulevard del Cable, de esto hace ya 12 años, ha sido la suficiente prueba de su bondad, hacer caso de las críticas sería poco más o menos como recortarle a este trozo de la Avenida la pequeña franja que se le sustrajo aquella vez. 4º- La mayor movilidad de los manizaleños es a pie, se puede comprobar con solo salir a la calle. 5°- Por información, Pereira para celebrar los 150 años de su fundación ha decidido que la obra más relevante de esta conmemoración es la construcción de un boulevard que va de la Gobernación del Risaralda hasta la Plaza de Bolívar, calle 19, hoy cuando la obra está a punto de terminar, están pensando seriamente, en dejarlo expresamente para los peatones.
La evaluación positiva del Boulevard del Cable es sin duda el mejor acicate para continuar con su construcción, sin embargo es de anotar que no todos a quienes les correspondió semejante responsabilidad concurrieron a su materialización, la Chec le sacó el juste a mover los postes de energía que siguen atravesándose al que transita en silla de ruedas, por ejemplo. Es necesario hacer de esta obra y de todas las que van en beneficio de la gente una empresa común, indiscutiblemente se debe empezar porque el debate sea objetivo, informado y serio.
Ser de provincia tiene sus ventajas, pero creer que somos el centro del mundo y que lo que no pasa aquí no existe es lo más pueblerino de todo, eso en buen romance quiere decir, que volvemos a repetir las mismas discusiones que ya se dieron en ciudades como Bogotá o Medellín, incluso en Manizales cuando se recuperaron los andenes de la carrera 24, solo que de una manera contaminada por el subdesarrollo. Cuando en Bogotá empezaron la recuperación de la carrera 15, los comerciantes se quejaron, los taxistas, los de los carros y luego de terminada la obra se habló con voz recia del centro comercial a cielo abierto, se le otorgaron premios de urbanismo y el diseñador recorrió los escenarios de las escuelas de arquitectura y de la sociedad civil para explicar el éxito del proyecto, igualmente cuando Peñalosa sembró de bolardos la capital de Colombia, se empezó incluso a recolectar firmas para la revocatoria del mandato, luego nuevamente los premios y las conferencias, esta vez en otros países del mundo que se fijaron en la recuperación de Bogotá como un ejemplo a seguir, y nosotros aquí bregando mezquinamente a arrebatarle 20 centímetros al peatón, dizque porque este no existe…
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