La palabra afrodisíaco es de larga data y se deriva de la diosa Afrodita (diosa griega del amor y la belleza).

A infinidad de alimentos se les otorga el poder de exaltar la libido y algunos se les cataloga como afrodisíacos por sus sugerentes formas, plagio en la naturaleza de la anatomía humana.

Otros son alimentos que por sus cualidades nutricionales otorgan vitalidad al que los consume, la lista es larga: Frutas, verduras verdes, raíces, mariscos, aguacate, miel, almendras, ajo, apio, chocolate, berenjena, rúcula, granadas... entre otros.

La historia nos desvela el uso de afrodisíacos desde tiempos inmemoriales. La creencia que ciertos alimentos y platos son responsables en un gran porcentaje del placer sexual ha llegado intacta hasta nuestros días.

Muchos mitos sobre los alimentos afrodisíacos se basan en la tesis de que las vitaminas y algunos minerales pueden reforzar o estimular la función o el deseo sexual.

En la actualidad es reconocido el rol de la dieta en el mantenimiento del equilibrio hormonal. Otras sustancias como los fitoestrógenos y las isoflavonas, abundantes en legumbres coma la soya, se han revelado como un coadyuvante significativo en la mejora de la sintomatología que acompaña a la pérdida de estrógenos durante la menopausia.

Desde hace décadas se ha observado que la deficiencia de zinc en hombres que deben someterse a hemodiálisis es un factor que empeora la disfunción gonadal que sufre la mayoría de estos pacientes y al suplementar mejora la potencia, la libido y la frecuencia de la realización del acto sexual en ellos.

Precisamente las ostras, uno de los grandes referentes de la cocina afrodisíaca son muy ricas en este mineral. Si nos fijamos estos alimentos ricos en vitaminas y minerales ciertamente nos hacen sentir bien. Si a ello añadimos un toque de pasión pueden llegar a ser realmente afrodisíacos sin duda alguna.

*Nutricionista Dietista Clínica-Universidad Nacional de Colombia - Educadora acreditada en Diabetes.
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