Álvaro Gartner


El hemisferio occidental está estos días en ambiente de fiesta, plan de descanso y reencuentros familiares. Y pasado mañana entrará en fase de festejos con el comienzo de las carnestolendas, que en el calendario litúrgico va del 28 de diciembre, Día de Inocentes, hasta la víspera del Miércoles de Ceniza.
Por eso el espíritu no está propenso a ejercicios intelectuales, y los temas profundos están fuera de lugar. Por eso me da pesar de ciertos vecinos de página, que por solemnes y sesudos, en estas fechas se ven a gatas para escribir sus columnas; sobre todo, para captar lectores.
El único tranquilo es César Montoya Ocampo, pues tiene un fiel seguidor, Efraim Osorio, quien vive buscando en los escritos de aquel tema para los suyos. (Ojalá al implacable cazagazapos no le guste leer los míos).
En fin, para no hablar de asuntos de los cuales nadie quiere saber en esta época, me dediqué a disfrutar de la parla popular, tan sabrosa y sencilla, y con sentido común. Con solo escuchar conversaciones ajenas hallé expresiones divertidas y encantadoras, sobre todo las relacionadas con la medicina. Para recogerlas también me prestaron sus orejas personas cercanas.
Los asuntos de salud enriquecen el habla del pueblo, que repite vocablos científicos escuchados a los galenos y aprendidos fonéticamente, cuyo significado no desentraña. De la misma manera misiá Shakira aprendió su ‘ublime’.
Estos son algunos ejemplos: a consecuencia de una explosión en una mina de oro en Riosucio, al minero afectado tuvieron que ‘emputarle’ un brazo. Menos mal, añadió su tía, no se lesionó los oídos, pues los médicos le revisaron los ‘pímpanos’ y estaban bien.
En el consultorio de un ‘intermitente’ (internista), una paciente contaba por celular que una fulana conocida tenía problemas en la columna vertebral. Por eso el médico le sugirió usar un ‘corcel’ que corrigiera el mal. Más difícil fue el de un campesino, pues para tratarlo "a yo me infiltraron el tuétano", explicó.
Esos problemas con los huesos son delicados: a una zutana le diagnosticaron ‘estereoporosis’ y el médico la encontró ‘desnutrizada’. Para colmo, su marido resultó ‘interpenso’, por hipertenso, y a una cuñada le hallaron ‘témpanos en la sangre’, por decir coágulos. (Juro que esto no lo dijo ningún periodista de RCN ni de Caracol Televisión).
Y si de cirugías se trata, hay material de sobra. Baste con recordar al parroquiano que fue intervenido simultáneamente de "la péndula y la vehícula". O sea, del apéndice y la vesícula. Misma que otros llaman ‘versícula’. A lo mejor ésta es la de los santos… del cielo, no los de Bogotá.
En estos tiempos modernos la gente del pueblo empieza a interesarse por su salud mental. Por eso, una mamá radicada en un barrio popular, preocupada por el comportamiento de su hijo mayor, pidió para él una cita con el ‘sicópata’.
También las clases populares y campesinas aprendieron que nadie muere de repente. Seguramente lo que mató al pariente o al conocido fue un ‘parto cardíaco’ o una ‘tromposis’. En previsión de un deceso súbito, una abuela pidió a hijos y nietos que, en esa eventualidad, "a mí que me inseminen". En realidad, deseaba ser incinerada.
Enfermedades y términos médicos aparte, en las conversaciones diarias de la gente sencilla afloran términos que para los demás resultan divertidos, pero quienes los pronuncian se sienten muy bien hablados. No importa si no saben lo que dicen.
Ahí está el caso de una jovencita de vereda que se ennovió con un hombre bastante mayor, y contaba a una amiga que "el ‘proyectil’ del viejo es irse a vivir conmigo". Finalmente se casaron, pero "el matrimonio no se consumió" debido a la edad avanzada del consorte.
Es que no solo las señoras de sociedad son noveleras. Una campesina se antojó de encaramarse en unos tacones-puntilla, porque veía muy elegantes a las que los usan. Le pesó en sus culpas, porque no lograba guardar equilibrio y el empeine le dolía de lo lindo.
Al rato apareció caminando toda chueca y con las puntas de los zapatos mirando hacia el cielo. Alguien le preguntó qué había hecho con sus pinreles y muy oronda contestó: "Mis hermanos me los ‘abajitaron’ con un machete".
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Coletilla: Felices Pascuas para todos los que quieran recibirlas y mejor 2015 para los mismos.
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